Me acuerdo del clima de euforia de fines del 2008, después de décadas de silencio, la clase media progre se hizo oír otra vez. Finalmente, y casi de regalo, había un poder real, un gobierno, que venía para enfrentar a los poderosos y a traer un estado de bienestar, como los del primer mundo. A pesar de, o gracias a, la derrota de la 125, el gobierno populista, salió del laberinto por arriba e impulso algunas leyes como la AUH, los aumentos en las jubilaciones y otras, a contramano del mundo. Tendiendo un puente, insólito e improbable con los días de Cámpora y el peronismo progre. Después, en el 2009 el populismo recibió un cachetazo, en perspectiva, no tan grande, electoral. Se votó en el 2011 en medio del creciente bienestar, de los 0 km al alcance del 80% del país y de cifras sorprendentes de redistribución y consumo. A partir de ahí la crisis del capitalismo global nos alcanzó, hasta China redujo su crecimiento, el gobierno populista cerró la salida de dólares, la reducción de las importaciones repercutió sobre los niveles de producción y consumo porque la economía sigue siendo dependiente. El porque de la existencia de un alto número de pobres conservadores puede verse como un fenómeno cultural, los que no tienen acceso a cultura más sofisticada, a ámbitos de militancia y cosas por el estilo, están más indefensos frente a los medios masivos, además los pobres tienen malas experiencias de los cambios. Los pobres sospechan, no sin razón, que los cambios no son para beneficiarlos. Los pobres conservadores, pobres, tienen definido el voto por el peronismo desde 1945. Incluso votaron por la farsa neoliberal sin demasiado arrepentimiento. Mucha gente cree, en su ingenuidad, que no se podía hacer otra cosa, en ese momento. El gobierno populista puede seguir contando con esa base, pero esa base está cerca de los que representa Scioli y no los gobernadores progres. Por cierto, seamos sinceros, ninguno de los gobernas progres es demasiado progre. Si voy a ser aun más sincero, hacen parecer a la Shegua como Rosa Luxenburgo. El sentido común, que no siempre juega tanto en política, dice que el sector más "kernerista" del peronismo debería tener un candidato, la lógica es que, con perdón de Anibal y de Randazzo, sea gobernador, y que sea distinto de Scioli. Es interesante porque las PASO van a ser una interna peronista donde los no peronistas vamos a poder votar. Opino, después de todo es gratis, que el Manco se puede llevar una sorpresa en las PASO, no me parece que tenga la vaca tan atada, sobre todo si hay un solo candidato “kernerista” en frente, si este candidato y no el Manco, tiene el apoyo de la “Liga de gobernadores” y si resulta que los votos no-peronistas del kirchnerismo son más de lo que se piensa. Los gobernadores tienen más en común con el Manco que con cualquier candidato más cercano a los Kerner, pero en la vida y menos en la política 2+2 no son 4 y es posible que los gobernas prefieran un gobierno central progre para que cobre los impuestos y se enfrente con el establishment, sin necesidad de jugársela ellos mismos. Si el manco, dios no lo permita, gana, de por si va a haber alguna clase de acuerdo en algunos puntos claves, y los progres, aunque hagamos un poco de pucherito, lo vamos a tener que votar, desde ese punto de vista lo más importante es votar la mayor cantidad posible de leyes progre, el aborto por ejemplo, y que la economía quede más o menos moviéndose, probablemente haya que sacrificar algo del crecimiento para tener al dólar estable y menos inflación, no muy distinto de lo que viene haciendo ese marxista-rabino Kicillof. Si el manco gana las PASO, es suficientemente conservador como para ganar las presidenciales por cifras contundentes, salvo un descalabro económico que, al menos en este momento, no parece probable. Si el manco pierde el candidato peronista K va a necesitar escarbar en el fondo del tarro buscando votos, para no llegar a la segunda vuelta. Aun en ese caso, siempre se puede contar con la oposición, para tener posibilidades reales, deberían presentarse todos juntos en las PASO y después bajarse y dejar al ganador, que sería seguramente Massita, uno sospecha que, una movida así, los dejaría con el culo para arriba con sus alianzas y sus candidatos locales. Parece muy complicado que la alianza liberal (UNEN o como se llame) y la extrema derecha liberal (el PRO) se bajen después de las PASO. El PRO tiene sus propios problemas, necesitan que Mauricio tenga algún puesto con fueros porque no creo que safe de los juicios cuando deje la ciudad en el 2015, se inventaron un líder y parece que van a caer con el líder que se inventaron. Cualquiera que venga en el 2015 se va a encontrar con una deuda gigante en dólares, impuestos altísimos y poco y nada de obras. Igual siempre se le puede echar la culpa a los populistas. Un Massita ganador, también tiene algo de fantasía, tendría que gobernar sin mayoría propia en el parlamento, sin la mayor parte de los gobernadores, sin organizaciones sociales y con la sociedad rural y el Clarín exigiendo un ajuste neoliberal. Me pregunto si tipos de clase media que tienen laburos en blanco, un auto y una casita están para tantas aventuras. Los intendentes, gobernadores y políticos varios que iban a salir corriendo atrás de Massita o bien están esperando agazapados no se sabe bien que, o directamente no existen. No es por casualidad que Delarua y el "Zabeca de Lomas" que estaban apoyados en esas mismas fuerzas se tuvieron que ir y, en cambio, los populistas van para el año 11, lo que para la argentina es como la eternidad misma, con unos cuantos sobresaltos pero firmes en el timón. Una cosa es una elección de medio término o como se le quiera llamar y otra es una presidencial ahí los votantes se preguntan por la sustentabilidad, por los planes y por los apoyos. A mi me da la impresión de que Massita la cagó, se fue demasiado para la derecha, se apuró, debería haberse mostrado medio-K medio-peroncho medio-liberal y hablar de la semillita todos estos meses. Para colmo creo que desperdició su mayor capital, el de ser una novedad, demasiado pronto, y a cambio de nada, un grupo parlamentario al que nadie le da bola, si se hubiera presentado directamente a presidente en el 2015 como una especie de heredero díscolo del kernerismo, hubiera sido otro cantar. A lo mejor Massita era la bala de plata que tenían los liberales para vencer al populismo y ya se la han gastado. |
Me parece que subestima a los peronistas. No todos prefieren a Scioli por sobre los eventuales candidatos K "puros". En caso de que Scioli sea derrotado en las PASO, el voto peronista más "ortodoxo" sea lo que esto signifique, no se dispersará, de ninguna manera. Será todo ganancia para el FPV. El peronista no olvida que bajo el ala kirchnerista estuvo seguro y caliente.
ResponderEliminarMassita la cagó, como usted dice estimado, por creerse, de noche y en sus sueños húmedos, que es ese que pintan en las tapas del GDA y LN.
ResponderEliminarCreyó que juntar votos en las provincias es como en el GBA, con medio mundo desde la tele. En las provincias al voto hay que ir a buscarlo, pueblo a pueblo. Sentarse a hablar con el cacique del lugar, reconocerlo, adularlo convenientemente, prometerle algo para sus ahijados. Los votos se consiguen encarnando el anzuelo según el alimento preferido del pescau que se quiera enganchar. Asi como lo cuenta Jorge Amado en sus maravillosas novelas (las posteriores su primera etapa stalina a ultranza, las más bellas, bah).
Salute
El kernerismo es un finado alrededor del cual bailan todos. Un fantasma que los sigue teniendo demasiado asustados. Una sombra que los cubre de cagazo de pie a cabeza.
ResponderEliminar"Los muertos que vos matais gozan de buena salud"
El peronismo va a ir detrás del que gane las presidenciales, si es peronista. Puede ser Scioli, Uribarri, Randazzo o Massa. En el medio puede pasar cualquier ocsa, dependiendo de las encuestas y los posicionamientos.
ResponderEliminarDon Chango: leyendo tu blog me doy cuenta que pateamos los mismos claustros, aunque vos tal vez seas un par de años menor, habrás cursado con mi hermano.