miércoles, 19 de febrero de 2014

Vimos la última de Scorsese, tano, por lo que más quieras, volvé con los mafiosos.

Vi la película de Scorsese: El Lobo de Wall Street. Quería empezar diferenciando los medios: actores, cámaras, escenas, sonido y lo que sea por el estilo de la historia que se cuenta. Es muy difícil, hasta casi diría que es una hazaña, ver un tanque de Hollywood donde los actores estén mal, no se entienda lo que dicen, la música este mal tocada o al mostro se le vea la careta de plástico.

En las películas del main stream cuando los autos chocan te tapas los ojos, las minas están buenazas y Godzilla te rompe la casa en serio. Aun así, la peli está de Wall Street no tiene escenas tan bien hechas y se defiende con el hecho de que pasan rápido, para ser un tanque parece cine indie todo se ve un poquitin improvisado. Me dio la impresión de, para ser un tanque de Hollywood, ser un telefilm, tampoco me convencen las “historias laterales” que en otras películas de Scorsese hacían respirar la historia.

Di Caprio está bien haciendo de estafador sicótico dopado, después de todo a quien iban a poner ¿A Clint Eastwood? Pero no es un verdadero grosso. Me gustan las películas de mafiosos de Scorsese, las cosas pasan rápido y tienen progresión, tienen sentido de humor, el mafioso principal es reivindicado, un buenazo que no mata a nadie, una especie de opositor anti-sistema en ciernes.

La película esta de El Lobo intenta ser como “Casino” que es un peliculón pero algo no va, la luz de Las Vegas, el desierto, Joe Pesci, la cara del mafioso gordo, los movimientos de la camara, algo falta.

El Lobo es como la película, un personaje irreflexivo que grita, se mambea, coge y corre de aquí para allá como una marioneta.

Por otro lado la peli habla poco y nada del capitalismo. La cuestión es que la película habla de tipos que juegan con la bolsa de valores. En un principio el “lobo” y sus amigos se dedican a cagarle la guita a los laburantes, se habla de carteros y plomeros que ponen sus ahorros en compañías inexistentes o casi. En ese sentido me parece que la peli habla en tiempo pasado, no creo que en estos tiempos de austeridad a los carteros yanquis les queden unos mangos para tirarlos a la timba financiera. Supongo que ya escribí sobre esto antes pero, como me parece relevante, lo voy a seguir haciendo, cuando uno habla con argentinos blancos que tienen dinero y les dice que, para cuidar la guita, se consigan un broker te quedan mirando con cara rara. En estos países del tercer mundo a los blancos no les da la cabeza para invertir en la bolsa pero en el primer mundo, al menos hasta hace unos años, tampoco era tan común. En Europa no jodían tanto con la bolsa porque en un estado de bienestar no precisas tanta guita y no precisas tener rentas terribles para vivir como un pashá.

La cuestión es que mientras los “chicos de la bolsa” le cagan la guita a los bichos chicos, está todo bien, con esa tranza el personaje del Lobo gana un palo verde al año, es mucha guita aun en yanquilandia pero no es suficiente para aplacar el resentimiento de la clase media. Una reflexión interesante es que, una vez que el Lobo y sus amiguitos están en cana muestren que todo sigue igual, que la justicia y la ley son peores que el crimen, pero no, todo lo que se atreve Scorsese es a mostrarnos al policía embolado viajando en subte. Ni siquiera se atreve a mostrar al policía chocho de la vida después de haber mandado en cana a un millonario.

Lo mejor de la película son los amigos del Lobo, los supuestos agentes de la bolsa son un grupo de ni-ni de 30 años que viven con la mamá y venden mariguana. Tal vez, dios santo, no hay nada como la crítica estructuralista, la película del Lobo viene a ocupar el lugar de una posible obra maestra, protagonizada por los pibes de la bolsa, de frula, y llamada “La venganza de los ni-ni”.

Si Scorsese está leyendo esto y realmente quiere hacer una película sobre el capitalismo tendría que hacerla sobre Paul Singer. Paul Singer es el de los fondos buitres, además de eso es sicólogo, un poco como Anibal Lecter, ideólogo y financista del Partido Republicano. Es hora de dejarse de joder con los perejiles y ocuparse de los titiriteros. Aunque tomando en cuenta que los tipos que financian a los tanques holliwoodenses son más o menos como el amigo Paul, a esa película no la vas a ver nunca.

Hablando de los ni-ni de 30 años, mírenlo bien a ese tal Lopez, el golpista venezolano. Un ni-ni hecho y derecho. Además, está bien estoy muy chusma hoy, me parece que tiene un menemgato en la azotea! Y otra cosa más, es de locos la cantidad de gente que puede hacer matar un gato como este.

2 comentarios:

  1. JÓDASE POR IR A DARLE PLATA A LOS DE JOLIGUD... YO VOY A VER CINE NACIONAL CARAJO...

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    1. No se confunda, compañero, recuerde que la pirateria financia al terrorismo, es todo pirateado ¡Aguante Morgan!

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