Fútbol de verdad era el de Clarín.

¿Te acordas cuánto costaba el fulbo de Clarín? ¿Qué lindo que era, no? Te hacía sentir distinguido, podías, no se, podías invitar a tus amigos y darte corte. Podías reírte de la gilada que escuchaba por la radio. Y era barato, si muy barato. Si eras hincha de Boca o de River tenías que pagar el abono no-se-cuanto, el abono de los clásicos y el abono para las macetas. Te gastabas un alquiler entero, 100-200 pesos dólar o algo así. Chirolas. Y si no te jodías. Te quedaba mirar el resumen a la noche. A Boca o a River o a Racing si peleaba la punta, te lo daban a las 12 de la noche. Y si eras un trabajador y te levantabas temprano te jodías, el fulbo no era para vos. Estaba prohibido pasar los goles, aun después de terminados los partidos y si te hacías el loco, pintaba un juez de esos de Clarín y te dejaban sin programa. Cuando Boca jugó la final de la copa intercontinental al partido lo pasó Victor Hugo de prepo. Cuando Huracán y Velez jugaron una final a todo o nada, las entradas estaban todas vendidas y los ingenuos de siempre creían que lo iban a pasar en la televisión abierta. Esta te van a dar el fulbo ¿La ves? Esta. El negocio de Clarín era que pocos pagaran mucha guita, en una época los pibes del cable te sacaban unos mangos, unos buenos mangos, y te enganchaban, tenías que usar un circuito de una video casetera y no me acuerdo que más pero de esa forma le pirateabas el fulbo a los dueños. La transmisión también estaba “optimizada”, lo bueno de la iniciativa privada es que nunca hay despilfarro, los partidos en las provincias estaban filmados por camaritas tipo teléfono celular. ¡Qué pícaros, qué visión pa’los negocios que tenían los del Clarín! Pagabas y no se veía un carajo. Después en los últimos años habían “digitalizado”, así decía la gente, y ya no podías afanarte más el fulbo. Además vos no podías juntarte con un par de pibes comprarle, no se, un par de partidos a la AFA, poner unas cámaras y vendérselo al barrio, el contrato de AFA con Clarín prohibía hacer eso y ¿Saben qué? Apuesto que si algún leguleyo, que parece que están todos del lado del enemigo, hubiese puesto la lupa sobre las leyes anti monopolio se hubiera hecho un picnic, es simple, vos no podes obligar a los productores, con un contrato, a venderte todo el tomate que hay y después venderlo vos al precio que te de la gana. Salvo que seas Clarín, fuente de toda razón y justicia. Pero el negoción de Clarín se pasaba de negoción, si vos durante uno, dos, ponele que diez años tenes una taza de ganancia exorbitante, el sentido común debería llevarte a dudar. Clarín no solamente afanaba a sus abonados, al fin y al cabo, si podes gastarte el equivalente de un alquiler en unos grandulones corriendo atrás de una pelota, o sos un bolichero, vos también, o sos flor de pelotudo. También afanaba, valga la doble redundancia, a la AFA. Por pijotearle la guita a los clubes de fútbol, que eran los que producían el tomate, el viejo mafioso se fue con el gobierno, que pagaba mejor. Clarín ganaba fortunas sin invertir porque el servicio estaba tercerizado, es un capitalismo retrógrado donde en última instancia la guita se gana teniendo al aparato judicial infiltrado. Un negocio tan grosero es frágil, bastó un ligero empujón y Clarín tuvo que irse. No es raro que todos sospechemos que hay relación entre Clarín y los buitres de la deuda. Usar el aparato judicial para expoliar a la sociedad es la esencia del buitre. A largo plazo o la sociedad va a reformar de raíz al poder judicial o el poder judicial va a aniquilar a la sociedad. Pero todavía nos queda un tipo más extraordinario de pelutadazo. El boludo educativo que te dice que el estado debería poner escuelas en vez de gastar la guita de los contribuyentes en mostrar patadas. Es el mismo boludo alegre que cuando le decis que Macri dejó a los pibes sin escuela y cada año achica más el presupuesto de educación y no te trasmite ni un torneo de bolita, se te ríe. Piden cultura para los otros cuando los que necesitan empezar a usar el balero son ellos. Si no te da la cabeza para entender que un laburante, en el país más futbolero del mundo, tiene derecho a mirar el fulbito es que derrochas cultura, derrochaste tanta que ya no te quedó nada. El fulbo le sale un par de mangos por mes a cada argentino. Pónganle que esa guita sale de los impuestos a los autos importados. Y, por último, dicen que Tinelli quería sacar de las transmisiones a las mujeres y a los kirchneristas ¿Qué le dieron a Tinelli? ¿Una dosis de fachistol?

Los paladines de la libertad asaltan el edificio de la fundación Eva Perón y queman las frazadas al grito revolucionario de “¡ahora que los negros se caguen de frío!”.