miércoles, 17 de junio de 2009

Peña: de transgresor a tilingo


Por lo menos Peña era un personaje divertido que decía por la tele lo mucho que le daba a la merca y movidas así.
Hace años, una amiga sicóloga me comentó unas teorías, por demás estalinistas, acerca de la homosexualidad. Decía mi amiga que el puto era un ser inmaduro y que por eso no podía decidirse por ser hombre o mujer. No le di importancia porque, después de todo, los trolos siempre me han caído bien desde que no compiten por las mujeres.
Cuando lo vi a Peña en TVR diciendo que el mejor presidente había sido… "No se… Puerta…porque es el que menos duró". Me pareció la respuesta de un adolescente, de una aparente rebeldía pero sin jugarse por nada y sin tener una postura. Además de parte de un tipo que se ha pasado décadas opinando de política.
Sin embargo lo último que me viene a la mente es el famoso "debate" en el programa de Larrata con el gordo D'elia. Este último, sabemos, el enemigo público nº 1 del occidente cristiano.
Peña estaba…
Primero vestido de traje y todo durito, una especie de milico con la cabeza tatuada, intentaba corregirle la gramática al gordo como si esa fuera una muestra de superioridad intelectual.
Después quería justificar haber llamado "negro de mierda" al hijo del gordo, asegurando que no era racista y que tenía… no se si un amigo negro o algo por estilo. Era raro puesto que en otra época lo había oído usar expresiones así y me parecía un rebelde que se estaba burlando de los prejuicios de los pequeños- burgueses que son, en serio, racistas y que no se animan a mostrarlo. Pero ahora ya no me parecía un rebelde, me parecía una vieja gorila de barrio norte defendiendo los prejuicios (D'elia es bruto, corrupto, feo, violento y nos odia porque somos gente fina) de la clase media. Que increíblemente justo que estuvo el gordo cuando afirmó haberle quitado el "ángel"!
Por último muy patético el final en el que, en un arranque de paranoia cocaínica, Peña empieza a sentirse perseguido y se enoja con los tipos detrás de cámara que no vieron el gesto de D'elia.
El pobre Peña no se dio cuenta de que ya era tarde de que ya había sido ejecutado en público.

2 comentarios:

  1. Totalmente: Peña logró congraciarse con la gorilada de barrio norte a fuerza de repetir los lugares comunes de esta raza de energúmenos. Curiosamente, cuando dejó de ser transgresor y se convirtió en un vejete nefasto, los nefastillos le dieron un lugar en su galería de genios y lo llamaron "gran transgresor". Su mérito era entonces llamar "negro de mierda" a mucha gente.

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  2. bueno, siempre es así. De hecho, ahora la Gorda Mentirosa es algo así como el guardián izquierdista de la moral viejachota, o no?

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Piensa mal y acertarás