Misterios argentinos, hoy: el Polo Obrero pasa a la lucha armada.

Primero quería ocuparme de lo más notorio, la denuncia de Berni. Berni dice que los militantes del Polo, creo haber escuchado que se refería al Polo y no a “un grupo” o cosas por el estilo. Porque hay otros grupos. Yo divido a los partidos políticos por su caudal electoral y su influencia. La primera A sería el PJ, los radicales, el partido de Macri. La B sería Lavagna, Lilita, los socialistas, el PTS y el Polo. La C son grupos como el de Esper, los nazis y fracciones diversas. La D, aficionados, son grupos de izquierda trotskistas, troscoides o algo por el estilo. Quiero decir que el Polo es un grupo relativamente grande y el FOL o el Movimiento Teresa Vive es poco menos que un grupo de pibes que se junta a comer asados. Mencionó a este último grupo porque apareció, ellos también, en la toma de Guernica. A los del FOL los conozco y son buenos chicos que militan, a los de Teresa no, eso no quiere decir nada, si uno intentara catalogar a todos los grupos, no sé, sería un trabajo enorme, además los grupos están continuamente dividiéndose, a veces desaparecen y siempre se están creando nuevos. No es fácil para alguien que no pertenece a uno de estos grupos entender porque no se pueden juntar, pero uno es, como afirman los viejos libros del marxismo, un filisteo que carece de principios. Es probable que si uno tiene suficientes principios nunca haga nada, lo que, al final, es mejor que actuar y hacer cagadas. Yo conocí, incluso compartí espacios, en las Asambleas de los barrios, con gente del Polo, llegaron a tener mucha gente en el año 2001-2002, en la base tenían militantes buenísimos, luchadores y eso, los dirigentes eran más o menos unos políticos como podían ser los del PJ o lo que sea por el estilo. Después el troskismo es sinónimo de secta y de polémica que no va a ningún lado. Durante los años del macrismo, los diputroscos y los partidos troscos hicieron poco y nada, a lo mejor uno es injusto, votaron el desafuero de De Vido, lo que, visto y considerando lo ridículas e infundadas que son las acusaciones, es una vergüenza. Piensen que el perito de una de las acusaciones esta/estuvo preso por falso testimonio, como el troskaje, que son todos abogados, dejó pasar eso. Se me ocurre que, siendo bondadosos, son unos imbéciles. También es cierto que la situación es catastrófica, justamente, no se nota tanto porque el gobierno peronista acertó en un montón de cosas. La gente no aguanta más, come, si, tiene luz y gas sin pagar pero vive en tugurios de los cuales se les pide no salir. Es medio apocalíptico. Y también es cierto que, después de 12 años de peronismo explícito, faltan millones de viviendas. Es cierto que el peronismo, los millones que los votan y mucho de nuestro pueblo, es reformista. Perón era reformista y construyó culadas de viviendas, unas casas que eran un chiche. Y piensen que lo hizo con la tecnología arcaica de la década del 50. Como para hacer la cosa más horrible, la persona que más sabe sobre construir viviendas, competía con los privados y les ganaba por goleada, todavía está presa. La postura del gobierno peronista fue buscarles solución a los ocupantes, lo que tampoco está mal, después de todo, ponerse con un rancho hecho de bolsas de consorcio en un descampado sin luz y sin agua, es una idea testimonial. El gobierno tenía que desalojarlos no solamente para darle el gusto al grupo Clarín y a los gorilas, a mucha gente honesta del pueblo no le caen bien las ocupaciones, a los que, sacrificios mediante, se compraron un terreno no le causa ninguna gracia, etcétera. Ahora, da toda la impresión de que estos pibes del Polo, llegaron para pudrirla, para cortar el diálogo y para llevar el conflicto hasta sus últimas instancias. Similar a las tácticas que les conocemos de los sindicatos, donde arman paros por tiempo indeterminado y los conflictos los pierden los laburantes. En política siempre tenés un programa de máxima para negociar y alcanzar el de mínima. Esta gente no. Pregúntenle a cualquiera que esté/ande/milite en un sindicato, les huyen a los del Polo como a la peste. Hay cosas que están demostradas, que se negaron a negociar hasta lo último, que, de los que fueron en cana, la mayoría no eran ocupantes sino gente de ellos. Faltaría constatar si Berni tiene razón y si consiguieron y usaron gases lacrimógenos. Una de dos o el Polo empieza a entender que ellos no van a hacer ninguna revolución y menos todavía si se esconden cuando viene una dictadura o va siendo hora de que alguien los estudie y averigüe que clase de mano negra está detrás de ellos. No creo que el gas sea cosa de gente como Altamira, Bregman o del Caño. Del Caño, sí, pero no de ese “del caño”.