Hace semanas, meses, siglos que nos vienen haciendo esa propaganda del orto, la famosa cuarentena más larga del mundo, no puedo ver a mis nietos, hijos, padres, amantes, parientes, vecinos culorrotos, lo que ustedes quieran. Porque resulta que te curas con lavandina, con polvitos mágicos, con aceite de hígado de bacalao, con mierda en cucharadas. Porque muertos siempre hubo y el que se le murió el padre, la madre, el hermano, se jode, porque los señores necesitan armar el puto casamiento, el beibi yagüer ¿se acuerdan del beibi fucking yagüer? Toda esa mierda, las libertades, sho hago lo que quiero, Bill Gates se coge a la sirvienta, el orden mundial de la cachufleta y cualquier pavada. Que mucha gente le dé bola, que muchos pequeños kamikaze se reúnan al pedo, que estemos batiendo records de contagios, no es casualidad. Son meses picándole el coco a la gente. Finalmente llegó lo que sabíamos que iba a pasar, los tipos que venden droga en gran escala te advierten que: está todo bien mientras no pruebes de la basura que vendes. Siguieron sus propios consejos, no importaba nada, no había peste y no había nada de que cuidarse. Finalmente los peones, los títeres que te decían que no había que cuidarse, se contagiaron. No sé cómo van a terminar, aclaro que uno no les desea la muerte simplemente porque no se le desea la muerte a nadie, entre otras cosas porque está visto que los 6-7000 muertos que tenemos no parecen haberle enseñado nada a los chiflados. Lo que es indudable es que, los tipos del canal ese y de los otros, ya que estamos, la van a pasar como el culo. Si van a aprender algo de eso, no lo creo, los mismos que los mandaron a mentir están ahí y siguen queriendo que la gente se muera. Hicieron pavadas, se la creyeron, fueron, inútilmente, siempre inútilmente, de aquí para allá, fueron a darse el gusto al restaurante de la resistencia clandestina, fueron a contagiar y hacer cagar a la madre y quien sea, nada les importó porque ellos son la gente especial, los invencibles, los elegidos por dios que se destacan, ustedes no entienden, nunca van a entender a los talentosos, no señor. Los tipos hacen lo que quieren, Clarín les paga la casa en Miami, el castillo en escocia, el crucero del placer, una excursión a la punta de… Ahora vienen los llantos, pero no se preocupen porque, pase lo que pase, el efecto de la lección va a durar poco, no están en condiciones de aprender, de pensar en el prójimo, de cuidar a su propia gente, de cuidarse. Porque los infectólogos, los médicos, los científicos varios no saben un carajo. No, el que sabe es Baby, es Feinmann, el payaso, es Larrata ¿Cómo no les vas a confiar tu vida a tipos tan serios y tan responsables? Están poseídos por una causa, no se sabe bien cual, que es más importante que la vida. |
Más allá de a cuantos ayudaron a matar los telepredicadores de la peste, que es un dato tan horrible como poco percibido por su público cautivo, por acá me aparece la duda de a cuantos lectores suyos espantará, asustará, auyentará esa foto descomunal de un abanderado de la porquería de la reposera prófuga.
ResponderEliminarE'mucho, por acá pasan pacientes de riesgo, sensibles y achacosos, no es justo presionar así tanto cuore desvalido,