El abuelito mató a un chabón herido, en el piso, desarmado pero es inocente.

Reconozco que esta vez voy a contradecir el título de la nota que está puesto para provocar y reírme de la clase media vengativa y su eterna lucha por conservar la nada que poseen. Los muchachos rana, los vivos del barrio que salen a chorear la ropa colgada o el televisor de la gilada no merecen simpatía, el proyecto que tienen es el mismo que tiene la derecha: YO, después YO y siempre YO. Los lumpenes no son Robin Hood, ni el gauchito Gil, le roban y martirizan a muertos de hambre igual que ellos. Arriesgan su vida y la del prójimo por un ideal: tener la misma vida de mierda de los burgueses, de los alcahuetes, de los Macri y los Paolo Rocca que nos están haciendo cagar a todos. Muchos tipos progres de clase media viven en barrios careta, bien lejos de los boludos a los que nos entran en la casa para afanarnos una garrafa. El chorro es víctima de la sociedad pero también es victimario. Después pasan cosa misteriosas, como con la droga, que los grandes enemigos de la droga, los Bullrich, Macri y compañía resultan tener socios que están en la transa. ¿Se entiende? El que combate la droga es el mismo que te la vende. No me digan que no es perfecto. Bueno resulta que los chorros salen, no siempre pero muchas, demasiadas, veces, con la “generosidad” de fiscales, jueces etcétera que se muestran como mano dura, los mismos que dejan 4 años con preventiva a los ladrones de gallinas que tienen la mala suerte de no estar en la transa. Los paladines de la justicia mandan a los pibes para que te choreen. De nuevo ¿se entiende? Los jueces que mandan en cana a perejiles por décadas son los mismos que largan a criminales terribles, porque tienen negocios o, vaya uno a saber, son perversos. Todo el mundo te dice que “por supuesto” está mal matar a la gente, incluso el peor de estos carroñeros, que te llevan los muebles y que te joden por algo sin valor, merece vivir. De hecho casi todos estamos contra la pena de muerte. Lo que a nadie le importa es la situación de las cárceles, salen peores de ahí, en vez de eso consideran que el derecho a la vida, en el sentido de respirar, está muy bien, pero lo que a nadie parece importarle es el derecho a vivir, en el sentido de una vida con educación, trabajo y derechos sociales. Parece que meterles un tiro y vivir asustado es más barato. Acabo de escuchar al abuelito tierno, se hace el boludo, miente, no sé porque catzo estaba tan furioso como para ejecutar a un pobre infeliz así. O si, tal vez si lo entiendo. Te hincha los quinotos soberanamente que 5 pelotuditos se te metan en la casa y quieran llevarse las 3 boludeces que tenes. ¿Qué carajo podía haber en la casa del viejo choto ese? Lo mismo que en la mía, una computadora vieja y un televisor. Yo tengo familia y podría hacer los mismo que ese dulce jubilado, matarlos a tiros, ejecutarlos en el piso, heridos, como puse al comienzo. La gran diferencia es que si se la doy a alguien me hago cargo, no me oculto como un maricón haciéndome el bueno y poniendo un abogado tramposo. Si fuiste hombrecito para salir y rematarlo en el piso, se machito para hacerte cargo de que lo hiciste cagar, bancate la cárcel que te mereces. Son como los milicos de la dictadura que viven en negación, les gusta torturar y ejecutar a los prisioneros desarmados pero después ellos no fueron, no sabían, no estaban ahí. Pero no teman que esto tiene final feliz. Fíjense que en todos estos casos pasa lo mismo, ponen el “tribunal popular” que absuelve a cualquier energúmeno, lo que es muy útil porque sirve para que todos nos compremos un caño, sabiendo que, si lloras un poco la carta, salis impune. Porque ningún juez normal lo dejaría salir, el tipo está hasta las manos. Tengan cuidado con el juicio por jurado, es otra trampa más. Lo más probable es que sea tramposa la manera en que son elegidos los jurados. Es como el sorteo de jueces que siempre daba: “Bonadio!”. Esto no va a quedar así, aunque sí, es probable, que el “pobre jubilado” salga libre y que se ría de todo. Pero esto es una escalada, la próxima vez los chorros también van a estar armados. Y la vez siguiente van a tirar primero y robarte después, se van a llevar tu bicicleta saltando sobre tu cadáver. Con una aclaración, no todas las muertes son iguales, los desesperados, que no tienen nada que perder, no se van a asustar y los ricachones van a meterse en barrios blindados con 500 tipos de custodia. Adivinen quien pierde.

Por cierto, no le pido nada pero invoco la buena onda de nuestro Gauchito Gil.