Estamos mejor con los peronistas en cuarentena que con los macristas en la normalidad

Primero tengo un mensaje especial para los comerciantes chicos que no pueden abrir, no sé cuántos serán y lamento sinceramente que les vaya mal. Y recuerdo que a mí, y sospecho que a miles conmigo, le pasó lo mismo con alguna de la hiperinflaciones del gobierno de Alfonsín, también pasó con la híper recontra devaluación de M*em antes del 1 a 1, y pasó, mucho, en el 2001. Los boliches chicos, micro emprendimientos, lo que sea, se fundieron. Nos fundimos y nunca fue por una causa muy razonable, salvo que el 1 a 1 hay tenido sentido y no nos hayamos dado cuenta o que no supimos comprender a Cavallo y a Delarua. Otra ola, tsunami, de fundiciones vino con el macrismo, habría que ver si no fue peor que las otras, decenas de miles de pequeños comercios, iniciativas varias, bolichitos de barrio y una miríada de pequeñas industrias, palmó, con Pratgay, con el gran Sturze, siempre premiado, un científico admirable, con el inoxidable Toto Caputo, con el galán televisivo, Dujovne. No vi a los comerciantes en la calle, siempre hacemos lo mismo, nos encogemos de hombros, otra vez será, decimos y nos buscamos algún laburo, con la secreta, recóndita, esperanza de juntar unos mangos y algún día, tal vez, volver a intentarlo o nos resignamos para siempre y les mostramos a nuestros hijos y nietos, las fotos borrosas, reliquias, cárteles, con los recuerdos de nuestra época de comerciantes. En su momento muchos le echamos la culpa al gobierno pero, o bien reconocimos que otros la pasaron peor, o bien nos olvidamos. A mí me pasan cosas espantosas, hablar con gente que se fundió, igual que yo en los 80 y que padece de amnesia, ellos, los afortunados, tenían un boliche y se cagaron fundiendo pero no, eso nunca ocurrió, en realidad cambiaron de rubro, pasaron de propietarios de un boliche, con dos docenas de empleados, a laburar de mozos en un bodegón pero no se fundieron, no, que va a ser, progresaron para el costado. Se fundieron como la concha de su madre cuando Pratgay les multiplicó la cuenta de luz por 10 y la de gas por 20 pero no, eso no ocurrió o no se fundieron por el tarifazo sino porque a los clientes no les quedó un mango… después del tarifazo. Pero eso era lógico, el tarifazo era indispensable para que bla-bla-bla bla-bla y Pratgay nunca robó y el mundo va para no-se-dónde. Y en Chile hay un progreso brutal, mire, vea. Ahora si te jodiste para que 4 pelotudos se salven de morirse en una pandemia, eso es inaceptable, los que tienen que morir, según Trump, según Bolsonaro, según la grandísima conchuda del noticiero, según el partido radical, según dios, esos deben morir. Para que yo pueda hacerme rico vendiendo cortes de pelo para perros ¿o los pichichos no tienen derechos eh? Hay gente que la está pasando mal, mal en serio, que no puede pagar el alquiler y debe 2 meses, hay gente que está comiendo salteado pero, misteriosamente, esa gente, el pueblo trabajador y explotado del que hablan en los libros sagrados, ese pueblo, no se está quejando, o, mejor dicho, se queja pero entiende. La cuarentena, que tampoco es total, en buena parte del país, salvo fiestas y pelotudeces multitudinarias, la vida sigue como de costumbre, es razonable porque morirse, pudiendo evitarlo, no lo es. Y si no me creen, hagan la cuenta de los muertos en Brasil o Chile, en realidad no solamente de los muertos, la situación parece ir cada vez peor, no menciono a los países del 1er mundo porque es un papelonazo, para ellos. Para colmo nos tienen pensando en boludeces y no podemos ocuparnos de los verdaderos problemas, sin ir más lejos, los inmigrantes, nuestros inmigrantes, que están sin cobertura del estado, sin la IFE y sin poder laburar. Y a los que me vengan con el discurso de los “argentinos” y de los que, supuestamente, no lo son, les digo mi réplica de siempre: ¿Sabes quién es ese senegalés, ese peruano, ese paraguayo, ese suizo? Ese extranjero, ese recién llegado anónimo, que vende lo que puede cuando lo dejan, que habla otro idioma y sobrevive y no entiende un carajo. Es tu abuelo, corazoncito mío.

El pibe que tiró las bengalas va preso, los criminales que rifaron el país y le cagaron la jubilación a los viejos, esos mismos, son unos próceres, en cualquier momento te ganan las elecciones, con la libertad de expresión y los medios independientes.