sábado, 14 de diciembre de 2019

10 de diciembre 2019, plaza de mayo.

Anduve por la plaza, hacía tiempo que no lo hacía. Estuve subido a una especie de balcón, tengo achaques pero a los 60 todavía puedo trepar estilo hombre-araña. Ya desde el principio el calor era más o menos insoportable, una familia, de esas que duerme en la calle, por lo que vi, le echaba agua a la gente con una manguera, todos agradecidos, los pibes del CTEP, creo que son esos de Grabois, se cansaron de vender cerveza y bebida fría. Pude ver a esa multitud, desde ya, les voy diciendo que nadie va a saber nunca, cuantos había el 10 de diciembre del 2019. La gente entraba y salía de la plaza continuamente, cuando yo llegué, eran las 6 de la tarde, mucha gente se estaba yendo y al mismo tiempo éramos cada vez más. Me tuve que quedar, como un náufrago, subido al balcón ese, porque no se podía bajar, la gente estaba apretada, feliz y desfalleciente, algunos cumpas se desmayaron y otros cumpas les echaban agua, los abanicaban o los llevaban a babucha.

Que mezcolanza que había, lo que es ser argentino. Teníamos pibes de los barrios, muchos, señores como uno, de clase media, no me extrañaría que algún corazón rebelde de la década del 70 haya bajado desde Belgrano, Palermo chico o lo que sea por el estilo, gente humilde, pero muy humilde, con sus nenes subidos a los hombros.

La música no se oía casi pero daba lo mismo porque la multitud se despertaba, de a ratos, y cantaba, me sorprendió que no era un canto de puteadas, "Alberto presidente" y cosas por el estilo, un coro casi tierno, casi afinado, más canción que grito.

Me sorprendió escuchar la canción de la gloriosa juventud peronista, los recuerdos se me mezclan pero creo haberla escuchado en los 70, sin ir más lejos, aquel 1ro de mayo del 74 cuando Perón los echó de la plaza y después durante el 75 y aquel día de junio del 75 cuando Lorenzo hizo rajar a López Rega.

Pero más que nada recuerdo haberlo escuchado en las marchas de los 80.

Los organizados eran una minoría, el grueso estábamos sueltos, los partiditos de izquierda siguen jugando su propio campeonato del ascenso en la 1era D, mientras todos están con Cristina y coinciden en la mayor parte de los planteos porque tampoco hay 10 mil posturas para elegir en nuestro país y, sin embargo, parece que no se pueden juntar. Bueno, tal vez no sean esos tiempos, tal vez, todo pase por la sociedad civil y la militancia social. Vi banderas de alguno de esos grupos que se hacen llamar PC, uno se pregunta qué gran diferencia habrá entre ellos.

Es una pena, se cantó la marcha pero menos de lo que uno pudiera pensar, al menos en capital y una parte de los alrededores, el perfil es más de una izquierda “clásica”, siempre al estilo criollo, claro.

Es fácil distinguir entre los que quedaron pauperizados y los laburantes que conservan, al menos en parte, su poder adquisitivo, los choris y las cervezas se vendían sin problemas, mientras, en los costados de la manifestación, familias con nenes pedían limosna. Es notable que todos estábamos felices y todos pesamos, más o menos, lo mismo.

Afortunadamente vamos a contramano del mundo, en Bolivia dieron el golpe, el viejo y querido golpe de toda la vida, matan a la gente y después van al velorio y matan a más gente, les van a dejar un país arrasado, proscripciones y un gobierno salido de elecciones amañadas. El golpe con milicos payasos pasó a la historia, la dictadura se vota democráticamente en elecciones libérrimas. En Chile el ejército de ocupación te mete balas en los ojos y se cogen a las pibitas. En Uruguay van a tener una dosis de Macri, Macri demoró un año y medio en fundir al país y quedar en default, les apuesto lo que quieran que, fundir al Uruguay, les va a llevar mucho menos tiempo.

Hubo música y baile pero con una onda, como decirlo, consciente, politizada, algo raro que no se veía, en esta magnitud, en décadas.

Somos, los argentinos, unos bichos raros.

Mientras en el resto del mundo las campañas de la derecha fachistona son un éxito y las dictaduras neoliberales siguen, una tras otra, por décadas, acá les hicimos pito catalán. Usaron el poder de la guita y el empresariado, de la embajada, del fondo monetario, del estado, de la policía facha, de la clase media resentida y de todo lo que se les ocurra y no resultó.

Ya sé que los problemas son graves, que el gobierno democrático tiene serias vacilaciones, que todavía falta mucho y que los responsables del desastre y la dictadura están sueltos y hasta sueñan con volver pero, no sé, me parece que las cosas están cambiando.

Es el final de los años oscuros.


En el momento en que escribo esto el cumpa De Vido quedó en arresto domiciliario, va a estar libre en unos días, seguramente, la causa de Río Turbio es un mamarracho peor que la del motorman del Once o la de los cuadernos quemados.

1 comentario:

  1. UN BUEN GESTO DEL GOBIERNO SERÍA PRESENTARSE EN RIO TURBIO, Y ENCENDER LA USINA Y LA MINA
    ¿NO?

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Piensa mal y acertarás