viernes, 18 de enero de 2019

La política inflacionaria del gobierno ha sido un éxito total.

Desde el comienzo, el objetivo de superar el 50 % de inflación anual era muy difícil de lograr, veníamos de 2 años de recesión, de ajuste y de caída del consumo. En esas condiciones es muy complejo lograr aumentos de precios de esa enorme magnitud. Para lograr esa inflación impactante, probablemente record mundial para países en recesión que no estén en guerra, se usaron muchas herramientas.

Piensen que esa inflación se logró con paritarias que, en el mejor de los casos, resultaron ser la mitad de la inflación. Sin ir más lejos la hiper desatada por Rodrigo en el 75 requirió paritarias de más del 70 %, lo que, obviamente, le quita brillo a aquella gran conquista.

Por ejemplo subirle los impuestos a la clase media mientras se reducían o desaparecían para los más ricos. La clase media, ligada a los servicios y a la producción, trasladó todo lo que pudo la carga impositiva a los precios.

El endeudamiento brutal, inexplicable y sin ningún propósito productivo, solamente para alimentar el carry trade, no vamos a rebajarnos a llamarle bicicleta, llevó a una devaluación, a su vez las medidas para contener al dólar se mostraron ineficaces para frenarlo, cosa que tampoco era la idea, pero muy eficientes para acelerar el proceso inflacionario. El endeudamiento lleva al déficit y el déficit al endeudamiento, pero no fue tan fácil el gobierno tuvo que eliminar trabas y controles para poder endeudarse y para que la salida de capitales fuera libre.

Desde principio de año se venía anunciando que el objetivo era lograr una devaluación inmensa acompañada de una inflación imparable para hundir los salarios y hacer a la industria, en realidad poco menos que inexistente debido a los enormes costos del material importado y de la energía, más competitiva.

La competencia también es destrucción, por supuesto.

Algunas de las estrategias usadas para acrecentar el déficit van a figurar en todos los manuales de políticas de desindustrialización del futuro.

Por ejemplo los enormes gastos en obra pública que no favorece ni a la población en general ni a la industria. Es difícil hacer obra pública sin un mínimo de crecimiento y redistribución, la planificación debe ser muy cuidadosa para no beneficiar a ningún sector necesitado, ni de industrias de base y así hacer obra que sea déficit puro.

El ejemplo más contundente son las vereditas de BA, no es fácil hacer gastos tan improductivos en medio de la pobreza creciente y el ajuste.

Máximo de gastos con cero de desarrollo y crecimiento.

Imagínense que los comerciantes tuvieron que subir los precios en una situación de caída de las ventas de más 10 %, en muchos rubros, más que eso.

La inflación mayorista, mucho más cerca de la inflación verdadera, da alrededor del 75 %.

Este año las medidas de ajuste, endeudamiento y gasto improductivo puede seguir siendo un gran impulso a la inflación mientras se mantienen los niveles, todavía insuficientes, de recesión.

La verdadera estrella de la política inflacionaria del gobierno sigue siendo la dolarización del precio de los combustibles, una especie de milagro de equilibrio y de coherencia donde el país renuncia a la ventaja, injusta por demás, de poseer su propio petróleo, ¡y hasta su propia petrolera!, llevando los precios a los mismos niveles de países sin petróleo.

Si vamos a competir que sea de igual a igual.

Probablemente nuevas y revolucionarias medidas de desregulación van a profundizar el carry trade, bicicleta suena despectivo, hace aparecer a los inversores veloces como delincuentes, de ahí a una nueva corrida cambiaria hay un solo paso. Sin embargo volver a alcanzar la meta de inflación soñada es difícil.

Se habla de paritarias alrededor del 20 % y también de muchas empresas que negocian salarios a la baja para impedir despidos, eso va a dificultar alcanzar un magnifico desborde de precios como el del histórico año 2018.

Sin embargo queda un margen para la esperanza, el cierre de escuelas, hospitales y diversas instituciones públicas pueden generar demanda sobre las empresas privadas de esos rubros que van a poder aumentar los precios.

No se trata solo de aumentar los precios, esto debe suceder sin crecimiento.

Con la caída de la producción industrial, cosa que, con mucho esfuerzo, el gobierno ha garantizado, los precios van a elevarse, de ahí el consumo va a decaer, la recaudación disminuirá, crecerá el déficit y los mayores impuestos a la producción harán caer…la producción.

Y por supuesto, el sinceramiento de tarifas que va a generar una inflación por un lado, recesión por otro, pérdidas crecientes a las empresas debido a los usuarios que dejan de pagar y el consiguiente aumento de subsidios que van a alimentar el déficit.

La estrategia de “sinceramiento continuo” de las tarifas de luz y gas va a permitir reducir el consumo para poder exportar, esas exportaciones no van a dejar ningún ingreso al país, si eso ocurriera eso haría aumentar el consumo y ya no se podría exportar el mismo volumen.

Es la misma estrategia revolucionaria que permite exportar sin que haya recaudación importante y sin redistribución alguna.

1 comentario:

  1. En el fondo, usted debe tener algún problema con sus lectores, si no pondría fotos como ésa que puso, ¿era necesario esa carucha, de uno de los padres fundadores de la criatura infecta que nos desgobiena?, ta'bien, en una de ésas una morocha pulposa podía ofender sensibilidades un tanto puritanas pero, el coso ése?, e'mucho, un arma de destrucción masiva, vea...
    Pero bueno, nunca viene mal explicar cositas como la inflación, que a uno lo inflanb de quilombos y carencias y a los mismos, poquiiiiitos, de siempre, los forra de guita y a salvo, siempre lejos como en Panamá

    El único problema que veo es que, por más didáctico que se esfuerze en ser, la feligresía amarilla que pueda leerlo no le v a dar bola, el cretinismo sadomaso y antiperonista, es impermeable a la lógica, tan impermeable que ni llega siquiera al egoísmo... no le importa estar mal si por eso la negrada está peor, en resumen, está clara su idea pero... esa foto es una agresión redundate.

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Piensa mal y acertarás