La lucha contra el progreso: el negocio de vender poco y caro.

Durante la, anterior, dictadura militar, no hubo progreso. En serio, los tipos que podían haber innovado con inventos, con iniciativas, con tecnología fueron sistemáticamente perseguidos. Es cierto, muchos de esos “agentes del cambio” tenían militancia, compromiso social, relaciones peligrosas o lo que sea por el estilo. Aunque también se trataba de que a la runfla político militar no le gusta el progreso. El porcentaje de ingenieros y empresarios innovadores que fueron a la desaparición, a la cárcel, al exilio es enorme. Para alcanzar el mismo éxito es mucho más razonable usar medios económicos. Los primeros en sucumbir fueron los bolichitos de barrio, las pizzerías de barrio tenían 2 o 3 pibes para el delivery ahora tienen uno solo, tenían un par de pizzeros, tenían un par de mozos, ahora, los que quedan, tienen uno de cada uno, cuando no echaron a todos los empleados y quedó el dueño con la mujer y sus hijos. Hay gente que cerró su pizzería y vende en su casa, en política sería como pasar a la clandestinidad. Cosas parecidas se pueden decir de las peluquerías y de esos bolichitos que venden detergente. Eso fue hace, más o menos, medio año. Después la ola empezó a tragarse a los boliches más grandes. Yo tengo parientes que están en esa situación y me vinieron a ver. No les dije la verdad. Se iban a perjudicar los empleados y, tal vez, tampoco era la salvación, después de todo. Lo que podría haberles dicho es que se achicaran, que despidieran todos los empleados y que tomaran nuevos pagándoles 2 mangos, que con menos empleados mantuvieran el boliche abierto, incluso quedándose ellos, que se olvidaran del sabbat y que abrieran los viernes a la noche. Que vendieran el equipo de aire acondicionado y que se cagaran de calor. Y de frío. Y que pusieran de esas canillas que se cierran solas. Etcétera. Pero, sobre todo, podría haberles aconsejado que vendieran caro. Aunque pierdan muchas ventas. Que subieran el precio todo lo que pudieran. Tal vez debiera haberles aconsejado negociar las indemnizaciones con los empleados, vender todo, cerrar todo y vivir del alquiler del local pero, hace unos meses atrás, no me hubieran creído que esa era una buena idea. En los últimos meses del año la ola empezó a tapar a los tipos que producían pequeños productos para abastecer a los boliches. Hay unas empresas chicas que abastecen a las pizzerías de muzzarella, no tengo idea de cómo caratzo se fabrica la muzza, son empresas familiares pero no me sorprendería que usaran algún método de fabricación nuevo, algo que les permite vender un producto barato y de buena calidad, si la muzza no es buena duras 3 días con el delivery. La frase “el subsuelo de la patria” se refiere a los laburantes esos ínfimos que están en negro, si buscan algunos están en la esquina de Cobo y Curapaligüe, pueden ir con una camioneta, llevarse los que necesiten y solamente les tienen que pagar el día. Sin embargo creo que también las pequeñas empresas son el subsuelo. Durante la dictadura peronista esas empresas, muchas veces eran una familia que producía pastelitos con dulce de membrillo, recibían apoyo y créditos. Los fabricantes de pastelitos son el progreso. Ni hablar de industrias más sofisticadas, esos podrían llegar a ser competitivos en el mercado mundial dentro de unos años, tal vez. No lo vamos a saber nunca. Los viejos dicen que se fabricaban calculadoras avanzadas en la argentina de los 60-70, todo el proyecto fue abandonado, incluso dicen que los industriales esos fueron en cana. A veces pienso que nos manejamos mal en la década del 70, actuamos y nos movimos siempre como si fuéramos un grupito. A lo mejor, quien sabe, nosotros éramos el país. Siempre dijimos que el liberalismo era un experimento, por ejemplo el gobierno de los payasos está trayendo la crisis desde afuera, hace años que hay crisis de la lechería en Europa, ahora en la argentina, país de vacas si los hay, las grandes empresas lácteas están fundiéndose, vaya uno a saber como, la leche duplicó su precio en un año, de eso lo que va a quedar es una industria más chica o, a lo mejor, terminamos importando leche, eso sería como si el Paraguay importara naranjas pero… ¿Por qué no? ¿Alguien cree que es imposible? Lo importante es que la industria láctea se esta ajustando, como todos, a su nueva matriz: vender poco y caro.

Se me pasó: Ese tal Dietrich o como se llame… ¿No es, él también, testaferro del Payaso?

La paritaria nacional docente es ley ¿Puede el gobierno de los payasos pasarse las leyes por el orto y que no pase nada?