lunes, 10 de octubre de 2016

Parte III: Desde la contraofensiva hasta la reconquista roja. Mayo 1919-Marzo 1920.

Donde los rojos se acercan a Siberia, los guerrilleros resisten y el Barón Von Shternberg nos enseña a beber.

Trenes.
La mayor parte de la guerra civil rusa fue peleada desde trenes, el más famoso es el tren-cuartel general de Trotsky, de los trenes rojos nos vamos a ocupar más adelante. Los caminos eran malos o inexistentes en el antiguo imperio ruso, los aviones eran carísimos y poco comunes, excepto para los blancos de Denikin como se verá después. No era raro que los caudillos blancos anduvieran paseándose en trenes de lujo con orquesta y todo en medio de campesinos muertos de hambre. Semenov controlaba sus trenes desde una estación cerca de Chita, contaba con dos clases de trenes blindados, los pesados con 3 cañones y una docena de ametralladoras, paredes de concreto y más de 100 soldados, los livianos que tenían menos armas y menos tripulación. Para mayo de 1919 el caudillo tenía no menos de 13 trenes, a veces se los alquilaban a pasajeros ricos. La mayor parte de las tripulaciones consistía en infelices secuestrados y obligados a servir. Los que querían “desertar” eran castigados con latigazos, muchas veces hasta la muerte. Un tal Stepanov comandaba los trenes, los americanos lo relacionan con “ejecuciones en masa” y “civiles arrestados sin razón”, en su favor podemos decir que festejaba sus atrocidades con grandes fiestas con alcohol, mujeres y orquestas. Así es como nos gusta: genocida pero alegre. Los trenes de Semenov eran conducidos por tipos como ese.
Durante los primeros meses de 1919 los trenes de Semenov dominaban toda la Transbaikalia, podían entrar en cualquier pueblo de la zona, matar o hacer desaparecer a quien quisieran, violar a las mujeres y llevarse todo lo que tuviera valor.
Comunas Rojas.
No a todo el mundo le gusta tener el rol de víctima indefensa, para la primavera de 1919 habían florecido, valga la mersada poética, 40 comunas rojas en el interior de Siberia. Guardias Rojos y soldados revolucionarios componían el núcleo de la resistencia. No solo había bolcheviques sino militantes de todas las tendencias. Y no todos eran rusos, acá es cuando se ve la lógica del internacionalismo, chinos y coreanos se sumaron. Los líderes revolucionarios en Chita organizaban reuniones de enlace entre la ciudad y las comunas rurales.
Desgraciadamente los revolucionarios no se conformaron con hacer buenos discursos y volver a su casa, como exige el sentido común y los más altos ideales, comenzaron primero a reunir inteligencia y después una campaña de sabotaje contra las vías. Tomaron ciudades y eludieron el cerco. Para mediados de mayo Semenov dictó un “embargo” contra el transiberiano, el estado de mini guerra, acompañado de intercambios de amenazas, se prolongaría durante meses. De esa forma las tropas de Transbaikalia no participaron de las acciones de los kolchakistas. Años después Semenov describe a las tropas americanas como una fuente de desgracias para los rusos. Pero se olvidaban del enemigo común el 25 de junio un líder guerrillero llamado Triapitsyn eliminó a más de 20 soldados americanos en un distrito minero al este de Vladivostok.
La última esperanza de la civilización.
Mientras el ejército de Kolchak se desmorona, Semenov reúne a sus cosacos y exige ser reconocido como comandante de todas las fuerzas del extremo oriente. Los aliados empiezan a abandonar Siberia, en junio Británicos, canadienses y franceses abandonan el reino de Kolchak, pero todos coinciden en la hidalguía y la hombría de bien de Semenov, cada vez más “la última esperanza” de salvar a la civilización ante la barbarie bolchevique. Semenov emite una orden tras otra contra las borracheras, los saqueos a los civiles, la indisciplina. Todo mientras viaja por Siberia con un harem y con cámaras de tortura portátiles.
En los días de mediados de junio un regimiento completo de cosacos de Semenov mató a sus oficiales y se pasó a los rojos.
Recién para el 3 de julio cesó el “embargo” de los trenes en contra de Kolchak. Los ingleses seguían apoyando a Semenov aunque estuviera cada vez más bajo la influencia japonesa. Además, aun con trenes de repuesto que habían sido enviados por los yanquis en 1917, el transiberiano iba poco a poco deteniéndose. Para mayor caos los paisanos de la Siberia viajan de estación en estación buscando comida.
En agosto americanos civiles que trabajan para el ferrocarril encuentran en Adrianovka los restos de cientos de cadáveres recientes, millones de casquillos de balas y restos mutilados. Vuelven unos días después y encuentran aun más cadáveres. Los civiles americanos denuncian el hecho, los británicos se indignan de que se sospeche que Semenov está detrás de la masacre. En algunas zonas los ríos quedan contaminados por la cantidad de muertos arrojados al agua. Lo que en Argentina llamamos “centros clandestinos de detención” proliferan en toda Siberia. Pero para el verano de 1919 los guerrilleros contaban con francotiradores y preparaban la muerte de los blancos.
El Buda viviente.
Acá volvemos a Dauria donde encontramos al Barón Von Shternberg que gobierna como señor feudal rodeado de astrólogos y chamanes, al Barón le gustaban las torturas medievales donde quemaban o hervían a la gente. El solo hecho de cruzarse con el bueno del Barón era suficiente para ser condenado a muerte. Los invitados incapaces de beber tanto como el Barón podían ser castigado a latigazos, en eso estamos de acuerdo, la gente que no sabe beber es muy pelotuda. Dicen que terminó con la epidemia de tifus matando a todos los enfermos. El Barón negaba ser antisemita pero pagaba bien por cabezas de judíos, no era una cuestión personal eran negocios.
Los japoneses estaban detrás de los nacionalistas mongoles y veían a Semenov como líder, los chinos mandaron un batallón a la capital mongola Urga, mientras el gobierno teocrático del “Buda viviente” seguía boludeando y construyéndose palacios. En el verano de 1919 Semenov preparaba una campaña en Mongolia, la campaña terminó con la rebelión de los mongoles que terminaron huyendo a China donde fueron ejecutados.
La evacuación de Omsk.
En el verano de 1919 todavía existía entre la Transbaikalia y el ejército rojo el territorio de Kolchak gobernado desde Omsk, entre los boludos de siempre reinaba el optimismo, los hospitales habían colapsado debido a las pestes, a la miseria y a los heridos, los recursos que llegaban de los aliados terminaban en el mercado negro. En Omsk funcionaban 4 o 5 organizaciones de escuadrones de la muerte para corregir opiniones erróneas. Los franceses abandonaron Omsk el 21 de septiembre.
En el lejano oriente, la región de Amur aparecían regimientos enteros de guerrilleros y se enfrentaban con 15 mil japoneses. Para septiembre los partisanos controlaban miles de kilómetros del transiberiano.
El 15 de julio Semenov ordenó liquidar a todos los presos de la cárcel de Chita y a todos los prisioneros en el acto. El 26 de septiembre los rojos tomaron una ciudad después de 3 días de combate. Incluso los trabajadores ferroviarios que siempre habían estado contra los rojos ahora los apoyaban. Para noviembre de 1919 el ejército de Kolchak era solo un recuerdo, contra todos los pronósticos de los sabios de siempre, el 5to Ejército Rojo había recorrido 2 mil kilómetros desde el Volga con sus soldados en harapos y sus armas del siglo XIX. Omsk cayó el 14 de noviembre, por delante se amontonaban los militares vencidos y los refugiados. Más que por los rojos los refugiados estaban perseguidos por el tifus, la disentería y el hambre, algunas fuentes nos hablan de 1 millón de muertos en la evacuación de Omsk. Los checos, como de costumbre, tenían todos los recursos en los 750 kilómetros de transiberiano entre Omsk y Tomsk, se llevaban las locomotoras y dejaban a los heridos que venían en los trenes morir de frío. En algunos casos los trenes fueron desmantelados para hacer fuego, en otros el tren se convirtió en una especie de tumba colectiva.
En el extremo oriente los pueblos, uno tras otro, le juraban lealtad a la República Socialista, campesinos furiosos linchaban a cómplices, soldados o funcionarios del gobierno blanco. La hora de la justicia prometida por los libros sagrados de todas las religiones.
Acá volvemos a encontrarnos con unos de los grandes aventureros de la (contra) revolución: el general Gajda, intentó dar un golpe de estado en Vladivostok que fue frenado por los ponjas. Gajda, una vez de vuelta en su país se convirtió en nazi, pero no parece haberla pagado al final de la guerra, murió en 1948.
La reaparición de los SR.
A media que los rojos fueron afirmándose, los blancos entraron en crisis, antes de la guerra civil el partido SR había sido dominante en Siberia, para diciembre de 1919 los SR reaparecieron, en Irkutsk se creo el “centro Político” después de una rebelión dentro del propio ejército blanco. Había 3 fuerzas dando vuelta, los SR que buscaban pactar con los bolches y conservar cierta autonomía, los rojos que habían recuperado a un dirigente llamado Bruzak, que había escapado de la cárcel y de un tren de la muerte, y que buscaban a los blancos casa por casa, aunque parezca increíble eran llevados a juicio. Los blancos se habían llevado a dirigentes del SR y aledaños y los tenía secuestrados, fueron debidamente azotados con el látigo cosaco, yo les voy a dar andar haciéndose los zurdos, y finalmente arrojados al lago Baikal. En enero los checos y los soldados de Semenov peleaban por las migajas, los checos mataron a 15 y mandaron presos a 600 soldados blancos. Para ese momento el Baron Von Shternberg tenía un impecable record de 70-80 ejecuciones por día. El 20 de enero de 1920 Semenov asumió como nuevo dictador blanco. Los últimos aliados abandonaban Siberia, excepto los japoneses que, por el contrario sumaban más y más tropas. Quedaban soldados de países de segunda como Rumania, Serbia y Polonia. El grupo de choque de Semenov se llamaba la “División Salvaje”, estaba compuesto por mercenarios mongoles, cosacos y japoneses, luchaban contra la autodefensa de los campesinos que carecía de medios y de entrenamiento. A mediados de enero la División Salvaje inició la retirada, llevaban miles de trineos llenos del producto de los saqueos, los salvajes terminaron luchando entre si por el botín, una columna de los blancos fue derrotada por los partisanos que dominaban ahora entre los buriatos, los que habían sido los mayores simpatizantes de Semenov.
En el extremo oriente los cosacos que quedaban empezaron a rendirse los rojos les habían ganado, simplemente, por cansancio, el 20 de enero de 1920 las ciudades de la costa del pacífico cayeron en manos de los bolcheviques. Los rojos temerariamente tomaron ciudades cercanas a Vladivostok al final de enero, el 27 los blancos declararon el estado de sitio en la ciudad que cayó el día 31, era el 6to cambio de gobierno desde 1917.

1920
Para febrero de 1920 los soldados de Kalmykov o bien habían huído o habían desertado, mientras tanto el falso cosaco amenazaba con colgar a todos. Los partisanos negociaban la rendición de los blancos mientras los últimos soldados blancos se llevaban todo lo que podían. El 16 cayó Khabarovsk, centro del poder de Kalmykov, el centro revolucionario pidió evitar las borracheras, saqueos y venganzas, en el festejo 50 oficiales blancos fueron usados para mejorar la puntería de los revolucionarios. Los cosacos se reunieron el 21 de febrero y condenaron a muerte al “usurpador” Kalmykov. Lo que se sabe del jefe blanco es que escapó a China donde se rindió sin pelear. Algunos oficiales blancos optaron por pegarse un tiro mientras el guerrillero Triapitsyn montado a caballo liberaba los pueblos con un ejército de descamisados. Los comités revolucionarios exigían el retorno de la autoridad soviética mientras la tensión con los japoneses iba escalando.
En febrero/marzo Siberia estaba llena de rumores de la inminente huida de Semenov pero al mismo tiempo el así llamado “ejército de Kappel” había llegado a Transbaikalia para unirse a los blancos. Mientras el caudillo les sacaba todas las propiedades que podía a los bancos japoneses. Desde el 11 de febrero regía un acuerdo entre checos y rojos, los checos se iban y los bolcheviques se quedaban con el oriente. Uno de los jefes de los soldados de Kappel, Kappel había muerto de neumonía en enero, pasó a servir a Semenov pero, en seguida, quiso desertar, la condición que le pusieron los rojos fue que entregara a Semenov.
La intervención japonesa.
Los japoneses seguían en pie de guerra, en parte debido a consideraciones económicas, habían gastado fortunas en mandar todos esos soldados a Siberia y querían quedarse con algo. El 5 de mayo cayó Verkhne-Udinsk, de nuevo, los soldados blancos fueron enviados a su casa y solamente los criminales reconocidos recibieron lo suyo.
El 7 de marzo el 5to Ejército Rojo entró triunfalmente en Irkutsk. Aparentemente la primera decisión del soviet fue otro acto de espantosa crueldad: desarmar a todos los blancos y ponerlos a trabajar. Los rojos derrotaban a los trenes blindados de Semenov y seguían hacia el oriente.
A fines de febrero apareció un general Chino que por fin se hizo cargo del oriente, se llamaba Bao, los chinos empezaron a desarmar y detener a los blancos que cruzaban la frontera, eso hizo que los soldados blancos intentaran cruzar para entregarse, aun así los trenes blindados de Semenov seguían en acción, para ese momento la orientación de lo oficiales blancos era vender todo lo que se pudiera. El 12 de marzo en Vladivostok y Harbin comenzó un paro general que incluía al transiberiano, pedían la renuncia de Horvath, Semenov amenazó con bombardear China con aviones y trenes blindados si los chinos no controlaban la huelga pero para ese momento el palacio de Semenov en Chita estaba custodiado por los ponja. En Japón también empezaban a oírse voces en contra de la intervención, las bajas eran bastante importantes. En uno de los trenes de Semenov los soldados mataron a sus oficiales y se unieron, con tren y todo a ya saben quienes. El 15 de marzo el general Skipetrov, matón y torturador, terminó escondiéndose junto con su familia en un cuartel japonés.
El 16 a 3 mil sobrevivientes de ejército de Kappel en Chita se les dio a elegir o el exilio o combatir junto con Semenov, los 3 mil eligieron irse.


El próximo artículo es el último de Siberia.

¿Por qué tanta bola a la guerra civil? Porque la guerra civil es la revolución.


1.Con el Zar estábamos de fiesta, estábamos.
2.Los 4 zurditos de siempre.
3.El ascenso revolucionario.
4.La revolución en el descenso.
5.El país oscuro.
6.El retorno.
7.La guerra es el mejor negocio, 1914.
8.La retirada interminable
1917
9.La revolución de febrero
10.Lo que dejó la revolución de febrero.
11.Lenin, el mismo, en Rusia.
12.La renuncia del ministro liberal
13.La gran ofensiva desastrosa
14.Semi insurrección semi bolchevique
15.El golpe de estado
16.Infiltración bolchevique
17.El Comité Militar Revolucionario contraataca
18.Del palacio de invierno al congreso de los soviets
19.El 25 de octubre
20.El nuevo gobierno
21.La batalla de Moscú
22.La despedida de Kerenski y la derecha SR
23.El poder a los soviets
24.La elección de la constituyente
1918
25.El fin de la constituyente
26.Se proclama la República Socialista
27.La paz infame
28.Contra en el sur round 1
29.Ucrania, Finlandia y el Caúcaso.
30.Cosacos al ataque
31.Los Checos, los SR y Samara
32.Sovdepia!
33.El denso verano de 1918
34.El Terror Rojo ¡Uy! ¡qué miedo!
35.Interludio Alemán.
36. El golpe de Kolchak.
37.Kolchak se despide.
38.Makhno, la guerrilla anarquista
39.El final de Makhno.
40.Siberia antes de 1919.
41.La contrarrevolución levanta la cabeza.
Todavía no han visto nada.

9 comentarios:

  1. tE FELICITO,TU TRABAJO ES DE aCADEMIA DE hISTORIA.
    pUBLICASTES ALGUN LIBRO.?
    tENEME AL TANTO POR ESTA VIA PORQUE VIVO EN aNDALUCÍA EN UN PUERTITO PESQUERO BASTANTE AISLADO.
    aBRAZOS
    aLFREDO

    ResponderEliminar
  2. La idea es hacer un libro, los artículos del blog son como el material en crudo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, si en una de ésas hace el libro, ojalá que cuando llegue de nuevo a los trencitos, haga un capítulo sobre el notorio ausente en tales entreveros tan bien descriptos, nuestro enorme revolucionario del riel y la falta de frenos, el poyo sobrero; éso, ojalá salga el libro y se haga ese rinconcito de justicia.....

    ResponderEliminar
  4. leí toda la serie y esta espectacular. muy completa y con sentido del humor que es la única forma de leer estas cosas sin matarse. felicitaciones don chango.

    ResponderEliminar
  5. leí toda la serie y esta espectacular. muy completa y con sentido del humor que es la única forma de leer estas cosas sin matarse. felicitaciones don chango.

    ResponderEliminar
  6. leí toda la serie y esta espectacular. muy completa y con sentido del humor que es la única forma de leer estas cosas sin matarse. felicitaciones don chango.

    ResponderEliminar
  7. Aca el asunto tendra que ser mas gandhiano, el pacifico elefante de piel de titanio y mirada de fuego. que va a donde debe para cumplir su destino.

    Con los yanquis ya hay demasiados que jugaron a la revolucion, cayeron en el desastre de la guerra civil.
    Y encima los rebombardearon de afuera, si hasta los yanquies fomentan el surgimiento de los revolucionarios, hasta el de los terroristas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si hasta los yanquis fomentan la revolución la victoria no está tan lejos.

      Eliminar

Piensa mal y acertarás