Ya tenemos el primer anticipo del golpe de estado.

En Honduras y el Paraguay aprovecharon que tenían mayoría en el parlamento y se mandaron sendos juicios express, a Lugo, ese curita progre y fornicador guaraní, le endilgaron una masacre que ellos mismos habían perpetrado, le dieron unos minutos para que dijera algo para defenderse. Videla hacía juicios así también. Al hondureño lo sacaron de la cama, la acusación era hacer un plebiscito. Lo pusieron en un avión y lo echaron del país. Después, un golpe se conoce no solo por sus medios sino también por sus fines, Honduras esta para el culo y en la Argentina tenemos un millón de inmigrantes nuevos. Lo que no esta nada mal para nosotros pero es una catástrofe para el Paraguay. En Tucumán quemaron urnas, “militantes” del PRO, Larrata hizo uno de sus “informes”. Aunque a muchos nos parezca increíble, Larrata todavía está, todavía tiene un programa de televisión, como si fuera un periodista. El roedor y sus jefecitos tienen la cara de amianto-kevlar. En un golpe de estado, de los de hoy en día, pasa exactamente eso, unos jueces de una cámara, que no tiene atribuciones electorales, decide pasarle el rastrillo a más de un millón de tipos que fueron como unos boludos, a votar. Son los mismos de antes, en vez de uniforme de milico llevan una corbatita. Ganó el mismo que había ganado las PASO, el mismo que daban ganador todas las encuestas, del mismo partido que viene ganando desde hace años. Hubo algunas cosas raras, las mismas cosas raras que hay en cualquier elección. Igual, si quieren, revisen con el Google: la elección tucumana fue infinitamente menos sospechosa que la que lo llevó a Bush a la presidencia de los States. La cantidad de urnas con problemas era mínima y si hubieran sido todas las urnas, aun así, la decisión le pertenece a la justicia electoral, y tampoco la justicia electoral hubiese tenido mucho que decir puesto que los fiscales, todos, incluso los más acérrimos opositores, firmaron las actas. Se pasaron por el quinto forro, valga la redundancia, a los fiscales y a los jefes de mesa y a quien sea. Golpe de estado. Mini. Por ahora. Se insiste con el clientelismo para impugnar una elección, todo es culpa de los pobres que, faltos de la ética superior de la gente como uno, venden su voto por un par de zapatillas flecha. Los sojeros del orto que te dan el voto a cambio de una rebaja de impuesto o una hiper devaluación, esos no son “clientes”, no, esos venden el voto por mucha guita. Son unos ciudadanos ejemplares. Son unos ejemplares. Leí por ahí que el gobierno tucumano debería haber presentado una cautelar y haber estado en alerta por estas movidas seudo jurídicas. Supongo que debe ser así, pero ya estamos acostumbrados, la clase política en esa provincia es más bien tirando a inepta, siempre ha sido así, piensen que ahí ganó las elecciones Bussi. Mi teoría personal es que, a los dirigentes y futuros dirigentes políticos de nivel, los mataron los milicos en el 75. Quedaron estos que están ahora. Aun así son los que tienen los votos y ganaron la elección, si los tumban no tumban a un partido o a un grupo de políticos. Junto con estos políticos, buenos o malos, mejores o peores, se va la democracia. Que somos los boludos que votamos, sin cosas raras, ni persecuciones, ni golpes “institucionales” de por medio. Porque vos votas pero, al final, decide un juez al que no votó nadie y que ni siquiera tiene un carajo que hacer ahí. Un tribunal cualquier agarra atribución en cualquier parte, porque si, porque lo dicen ellos. Pero esto no terminó, el domingo se vota en el Chaco y el ganador es el mismo que en Tucumán, ganó las PASO y viene ganando las encuestas, se viene una provocación, aunque el Chaco no es Tucumán, me parece que tienen políticos de otro calibre. Igual deberían mandar a la gendarmería, a la militancia y a quien cuadre. Si la elección en Chaco es normal entonces estos juececitos son una vanguardia aislada. Sería un gol para la democracia que terminaran en cana. Las cosas están ahora en manos de la dirigencia populista. Pueden hacer varias cosas, la primera es denunciar y desenmascarar a los golpistas, uno piensa que Lorenzetti y la banda de jueces en orsay, están metidos, la segunda es, obviamente, seguir el tema jurídico, da la impresión de que todo el procedimiento de la cámara tucumana es un mamarracho, se puede sacar a la gente a la calle, incluso se puede acatar el fallo y votar pero votar ya, aunque digan que no se puede armar una elección tan rápido, no me parece cierto. También se puede intervenir la provincia y poner en su cargo a los ganadores de la elección. Demorarse en reaccionar le abre la puerta a más fallos extraños en una escala cada vez más grande. Y que Lorenzetti salga a decir algo porque está quedando pegado.