Si me preguntan, no creo que Edipo se haya arrancado los ojos y menos todavía lo de la madre, yo creo que Edipo era un grieguito que estaba en el exilio, se divorció y no se bancó quedarse solo. Por que, los griegos, no escribían tragedias más realistas, no sé, supongo que no estaba de moda. Conocí a Edgar en un hotel que había en un cruce de rutas, el lugar se llamaba Logan, yo no vivía ahí, desgraciadamente porque en el hotelito se estaba muy bien, sino en un campamento en un pueblito, que habría que buscarlo con esa cosa del google, que se llamaba Moheda, era, por si no se dieron cuenta, el sur de Suecia. Edgar venía de la JG de Córdoba, tenía historias de militancia parecidas a las mías pero con más fierros, siempre es mejor con más fierros. Había mucha gente alrededor en el hotelito, Edgar hacia reír a todo el mundo, y eso tomando en cuenta que estábamos con exilados recién llegados que, en no pocos casos, venían de la cárcel, y de cosas peores. Después de estar en el campamento, yo me fui a vivir a otro pueblito llamado Ljungby y no tengo un recuerdo exacto, de cuando lo fui a ver, si ya estando en el pueblito o desde el campamento. Viajar era caro y, en aquellos tiempos, nos desplazábamos a dedo. Edgar vivía en, todavía, otro pueblito llamado Ronneby, creo que el bueno de Robin Hood vivía por ahí pero era un Ronneby de Inglaterra, en fin, es lo mismo. Tiene que haber sido en septiembre/octubre porque llovía todo el tiempo. En Ronneby tienen la mejor playa del mundo frente al Báltico, es la mejor playa salvo que llueve, nieva y hay tormentas más o menos todo el año. Edgar tenía una familia, la mujer se llamaba Marta y era una adolescente, tenía 2 hijos, una nena y un bebé recién nacido. No recuerdo haberles preguntado cuando nació el bebé y en que circunstancias, es probable que el chiquito haya nacido en el pueblo de Robin Hood. En suecia a los menores de 21 años no se les puede vender alcohol pero andaban por ahí unos cuantos latinoamericanos que nos consiguieron de todo, probé la bebida tradicional de los suecos llamada Renat, un brebaje con gusto a madera. En esos días, estábamos seguros de que, el PRT, iba a reorganizarse en el exilio y volver estilo Fidel en el Granma, aunque creo que ya se estaban insinuando los problemas con la fracción que seguía a Gorriaran. Edgar no había estado ni secuestrado, ni en cana, de modo que estaba mucho más seguro, de ese final feliz, que yo. Él pensaba trasladarse a Estocolmo, no recuerdo que hubiera algún motivo práctico para eso, era para estar cerca de los compañeros, que se estaban juntando. Yo me demoré más de un año en llegar a la capital sueca, viví en el sur, de pupilo en una escuela de curas suecos, algún día van los detalles de eso, me llevaba bien con el PRT de, no intenten pronunciarlo, un pueblo, un poco más grande, llamado Växjö, en realidad, decidí partir hacia la gran ciudad porque quería hacer un secundario para adultos. Un día, debe haber sido en enero, en medio de la nieve, hice un bulto con una frazada, como los compañeros linyeras y me fui a vivir con Edgar y su familia. Si yo hubiese pensado en algo que no fuera, la escuela, divertirme y las curvas de una señorita a la que le decíamos “la Cleopatra”, me hubiera dado cuenta de que Edgar y todo lo que tenía que ver con él, se estaba deteriorando. Hay gente a la que les hace mal tener un auto, como tienen un auto, necesitan siempre estar yendo de aquí para allá, Edgar no podía parar, yo lo acompañaba bastante seguido pero, el lunes, digamos, tenía que volver a la realidad. Nunca entendí como la cana sueca no le sacó el auto que, para los estándares de los gringos, era una ruina, supongo que un tipo dando explicaciones, en sueco, con acento cordobés, debe ser demasiado, aun para la implacable policía del primer mundo. Latinoamérica con sus genialidades, su atraso y su vitalidad estaba toda en ese departamento, venía gente de otros rincones de Europa a hacer vaya-uno-a-saber-que y siempre conseguíamos el chupi y después nos íbamos a dar vueltas por la ciudad y habían muchas peñas con artistas de verdad o locos que tocaban la guitarra y circulaba la revista humor, que la mayoría de los que la escribían terminaron siendo unos gorilas. El PRT ya se había peleado con el grupo de Gorriarán, Gorriarán tenía razón, al fin y al cabo era mejor mudarse a Nicaragua y jugársela que seguir en Europa, de cualquier manera, al grupo de Gorriarán tampoco le fue demasiado bien. A mi ya me habían echado del PRT, cosa en la que tenían toda la razón, por supuesto. A Edgar la situación que yo, que lamentablemente ya había madurado, consideraba una trivialidad, le parecía terrible. Yo ya sabía que no había PRT que valga y que no iba a haber un Granma y que íbamos a volver solos, por la nuestra, en bolas, sin Cleopatra y sin ninguna revolución a la vista. En aquellos tiempos y en aquella, casi incompresiblemente, lejana tierra nórdica era, poco menos que, imposible estar mucho tiempo sin trabajo, había una oficina, piensen en el ANSES del siglo XXII, donde te conseguían laburo, Edgar se las rebuscaba para que los laburos le duraran 15 días. Un clásico de exilio era que las parejas que salían de Latinoamérica se rompían después de unos meses, a lo sumo un par de años. La suecia de aquellos tiempos se parece un poco al BA de hoy, la prosperidad hace que el amor se convierta en otra “commodity”. En la década del 70 los tipos teníamos que parar la olla y el grueso de las minas estaba educada para ser amas de casa, aunque muchos de los exilados se creían modernos y liberados, venían con esa misma cultura. Después hay otras cosas más, imponderables que suceden, las finlandesas están buenazas, señores, los finlandeses tienen fama de ser malos maridos, bebedores, golpeadores, compadritos que-se-yo-que. Además puede ser que el secreto de la felicidad conyugal sea no hablar el mismo idioma ¿A quien carajo le importa que lo puteén en finlandés, después de todo? Después están los sabios que descubren que las parejas crecen en distintas direcciones. Como si esto fuera poco las chicas se cansan de criar hijos sin un mango y con maridos que se escapan en auto. También dicen que Edgar andaba con muchas muchachas, jóvenes guerreras y aventureras, me lo han preguntado muchas veces y la verdad es que no me consta. Por esas cosas más o menos inexplicables de estar exilado en Suecia me dejaron un departamento, enorme, todo amoblado para mi solo. Me acuerdo que se había formado una barra de latinos que jugábamos al truco, comíamos carne, bebíamos y recordábamos aventuras en la América irredenta, los viernes a la noche, Edgar nunca estaba con nosotros. Lo veía de vez en cuando, si realmente tenía la cara que le recuerdo ahora, medio barbudo, cansado, arrugado antes de tiempo y con los ojos fijos, debería haberme alarmado. Se estaba separando, pero, la verdad, como ya les conté, todo el mundo se estaba separando. Debería haber sabido muchas cosas, debería haberme dado cuenta pero, la última vez, no diría que lo eché, no caigamos en los griegos, le dije que habláramos al día siguiente. Para ese entonces Edgar ya había hecho un intento pero nadie me lo dijo. Los suecos se suicidan al llegar la primavera, la explicación es que cuando ven que la primavera, a la que esperaban radiante y cálida, resulta ser oscura y lluviosa, les agarra la ansiedad mezclada con depresión y les hace reventar el chip. Edgar lo hizo en septiembre. No tengo ningún tabú particular con la muerte pero no voy a velorios, después nos pasamos horas discutiendo la placa que le íbamos a llevar y terminamos en que nadie tenía guita. También me dijeron, esto se supo después de que se mató, que tenía 2 hermanos desaparecidos, pasó el tiempo y, pronto, fui a parar muy lejos, de la gente que lo conoció, de modo que nunca pude confirmarlo. |
Qué terrible que es todo a veces.
ResponderEliminarNuca me voy a explicar por qué Suecia aceptaba (y acepta) exilados en su territorio ¿es para darle trabajo a la policía? ¿de verdad se quieren suicidar?
ResponderEliminarLos peronistas/kirchneristas dicen que hay que permitir cualquier comentario, no me voy a poner a discutir lo cuestionable que es ideológicamente esa afirmación pero la idea es que, permitir comentarios que son basura, le da tensión y/o atrae lectores por medio de polémicas “picantes”. De alguna manera, dicen los cumpas, es como obligar al adversario a jugar en tu campo. Pero la verdad ¿Aporta algo el comentario de sicóticos, que parece que no tienen nada mejor que hacer? Entiendo que tengan los esfínteres a la miseria, los populistas les han limado bien el buje, y que eso los lleve a la desesperación. Pero, pará, calmate Videlita, los pibes ya murieron y la verdad es que ni ustedes ganaron algo con eso.
EliminarEn fin, espero que nos volvamos más concientes, mostrando la miseria, del país blanco
siempre lo leo don chango y aprendo alguna cosa nueva sobre la vida y cómo llevarla adelante. gracias.
ResponderEliminarEn Suecia la primavera empieza en marzo...
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