A la finada Sra. Tatcher le hicieron un velorio regio, como si fuera, aun, jefe de estado y se gastaron una fortuna. Vaya uno a saber cuál sería la idea del gobierno de Camerón, si burlarse de los inglesitos de a pie o buscar rescatar lo último que queda del neoliberalismo y su leyenda. Permítanme delirarme diciendo que, el velorio pomposo, ridículo, grotesco, es la culminación de un largo viaje hacia la oscuridad. Igual tampoco hay que volverse loco, aunque la vieja chota era una versión careta y aburrida de Hitler, no hizo nada que estuviera muy lejos de lo que suelen hacer los gobiernos liberales. Está bien que a los argentinos nos deben unas 600-700 vidas que se llevaron la vieja loca junto con los milicos. Pero, por aquellos tiempos las “soluciones de mercado” ya estaban en el aire. Ya los laboristas británicos habían abandonado el keynesianismo por políticas anti inflacionarias y demás tonterías del arsenal de la derecha. La vieja se las rebuscó para arruinar a la industria británica para los años por venir. Si mal no recuerdo los italianos les pasaron por encima a los ingleses en PBI industrial en la época de la vieja de mierda, aun contando con los casi infinitos recursos del petróleo del mar del norte. En particular se negó a hacer un rescate de la industria minera con lo que selló la muerte de pueblos enteros en el sur de Inglaterra. Los sindicatos que enfrentaron a la Tatcher ya venían con problemas, no se crean que la debacle de la socialdemocracia europea empezó con Hollande, los socialistas griegos y Zapatero. En nuestras pampas tuvimos políticas parecidas durante el virreinato de Charlie, el deportista, y sin sindicatos y sin socialdemócratas los desocupados salieron a las rutas, sacaron unos buenos pistolones y se la bancaron. En la rubia Albión los socialdemócratas mantuvieron el mismo sistema anarco-liberal pero con un poquito más de gracia, da la impresión de que, cada año que pasa, el cerco sobre la clase obrera no calificada y sobre los pobres de siempre, se cierra un poco más. He leído por ahí que a la vieja del orto se le atribuye poco menos que la caída de la URSS, es algo que ni con la mejor buena intención se puede tomar en serio. Después de todo destruir a la industria británica era casi, casi más difícil. Se sostuvo más de 10 años en el gobierno por la guerra de las Malvinas, desde ese punto de vista no va a ir a parar al mismo círculo del infierno que Galtieri, la Tatcher no traicionó a su país como hicieron los milicos. Lo gracioso es que las nuevas políticas europeas de ajuste y de destrucción de la seguridad social dejan a la vieja de mierda como una moderada. Igual tiene su mérito haber sido uno de los primeros políticos de importancia en haber atacado la idea del estado de bienestar y en haber planteado las políticas extremas de la “desregulación de los mercados” y esas boludeces que parecían una joda, y que lo siguen pareciendo, por cierto. Nos queda el legado siniestro de la vieja chota, el apoyo al apartheid en Sudáfrica, el apoyo a Pinochet, el apoyo a Pol Pot en su guerra contra Vietnam, leyes contra los homosexuales, los pobres pasaron del 13 al 22 %, la desocupación de 5,5 al 12 %. Créanme que es mucho para el primer mundo. Y una última cosa, que parece que nadie se la acuerda, Bobby Sands, irlandés, preso político, que quería ser reconocido como preso político, en huelga de hambre hasta morir en mayo de 1981. Un preso político, un desaparecido, un compañero, uno de los nuestros. |
A que encuentro aquí en el país a alguien que la admira a la vieja del orto. No, si tenemos para todos los colores.
ResponderEliminarY cabe no olvidar que, si lo de las Malvinas lo postergaban 6 meses, no tenían Task Force, ya había vendido los portaaviones y estaba en pleno desmantelamiento de industrias y fuerzas militares.
ResponderEliminarLa "inteligencia" militar argie, una maravilla, para frau adolf tatcher, obvio (por la que se orgasmeaban de gozo, en el 79 cuando la eligieron).
Y su funeral no fue privatizado, que ironía.
ResponderEliminarGringoviejo