Latinoamérica: Chávez desembalsamado y desencadenado.

A mis hijas chicas les tuve que contar quien era Chávez, les dije que significaba más para ellas que para mí. Ellas son sexta generación latinoamericanas y el futuro de ellas depende en buena medida de lo que pase con los latinoamericanos. Les dije que era sorprendente viajar los 6000 kilómetros que hay hasta Caracas y encontrarse con gente que habla el mismo idioma y que comparte tantas cosas con nosotros. Ese presidente loco, dicharachero, medio romántico, medio cantor, 100% latinoamericano es nuestra gente y nuestra sangre. Les dije que Venezuela era un país rico de gente muy pobre, lo que es peor que ser pobre en un país pobre. Los venezolanos vivían viendo la riqueza ajena. La historia latinoamericana debido a las semejanzas y proximidad entre los países ha estado repitiéndose muchas veces y de muchas maneras distintas. El primer tipo que rompió ese círculo, ciertamente infernal, de repeticiones fue Fidel Castro. Pero Cuba quedó aislada, los países latinoamericanos no pudieron aprovechar la experiencia de los cubanos porque los yanquis le tenían miedo al contagio. Soy de la generación que guarda un vago recuerdo del golpe contra Salvador Allende. En la televisión, en riguroso blanco y negro, repetían una y otra vez la imagen del camarógrafo que filmó su propia muerte, filmó mientras los soldados de Pinochet lo cagaban a tiros. Ese fue un intento de golpe antes del golpe propiamente dicho. Los medios de comunicación le hacían la guerra al gobierno, las clases altas salían en manifestaciones multitudinarias a golpear las ollas supuestamente vacías por causa del desabastecimiento. Con Allende y su Unión Popular pasó lo mismo que con Perón. Perón había ganado, por amplio margen, las elecciones parlamentarias del año 54 y Allende las de marzo del 73 (bueno, no las ganó pero pasó del 36 al 44% de los votos, no importa el tipo tenía los votos). Chávez había ganado las elecciones parlamentarias. Después de ganar las elecciones a los tres les dieron sendos golpes de estado. El golpe contra Perón comenzó con el bombardeo de Plaza de Mayo y siguió con 18 años de proscripciones violencia, dictaduras y semidictaduras. El golpe contra Salvador Allende terminó en... no sé cuantos años de Pinochet fueron pero Chile sigue gobernado por más o menos la misma elite que había antes de Allende. Conocí a unos compañeros, hoy ya no están, que, en aquellos tiempos de resistencia, habían pasado a Chile y que los pescó el golpe del 11 de septiembre del 73. Lo primero que hicieron los golpistas fue tomar todas las radios y medios de comunicación que no fueran de ellos, los que querían oponerse al golpe quedaron incomunicados entre sí, las sedes y lugares de reunión de los partidos de la Unión Popular fueron tomados a sangre y fuego. Pero básicamente los partidos populares no estaban preparados para tomar las armas. Los militantes resistieron en algunos lugares pero la tónica general fue escapar y refugiarse en las embajadas. Pronto había 100 mil presos políticos y la represión siguió y siguió por años y décadas. Algunos dicen que Allende estaba demasiado radicalizado, otros dicen que era demasiado reformista. No me preocupa, mi viejo me contó que de Perón decían lo mismo. Cuando Chávez fue derrocado en el año 2002 nadie se sorprendió. Hubo cerco mediático, declaraciones del departamento de estado de los EEUU y del gobierno de España. Salieron a hacer una protesta los mismos de siempre, armaron un ataque a tiros, creo que con la complicidad de un alcalde opositor, le echaron el muerto al gobierno de Chavez. En inventarte muertos son unos verdaderos expertos. Apareció una especie de junta cívico-militar, cerraron el parlamento y cualquier cosa por el estilo, cortaron la transmisión del único canal de televisión que no era "independiente" y les apareció un payaso que se proclamo dictador pero no hitleriano sino gorila tercermundista. Me fui a dormir, tenía que ir a laburar además era más o menos lo que se esperaba, recuerden que habíamos hablado del "destino circular" de Latinoamérica. La sorpresa me la llevé cuando me desperté, el canal no-independiente estaba de nuevo transmitiendo. Había unos muchachos ahí, sentados bastante cómodos que hablaban. No se quienes eran ni que era exactamente lo que decían pero no eran Pinochet, ni eran la libertadora, ni el rey de España. No todos eran tan jóvenes, uno era un señor mayor, tenía la cara quemada como la tiene la gente que ha trabajado toda su vida bajo el sol, con ese acento musical que tienen, no se qué era lo que explicaba pero se le entendía "compañero, compañero y compañero". Había una multitud en la calle, furiosos al principio, eufóricos después, había soldados mezclados con la masa. Las amenazas del imperialismo y de nuestra propia clase dominante no van quedar de lado tan fácilmente, eso lo sabemos, pero ese día se vio que las cosas habían cambiado. Los próximos 100 años ya no van a ser de tanta soledad.