Nos vamos a meter a comentar un reportaje a Grüner, no porque crea que el sujeto interesa sino porque es una buena exposición de la izquierda caviar criolla. Hay momentos en que me pongo pesimista, nihilista, que_se_yo_que, y me da por pensar que la izquierda barrionorteña es como el cine nacional, existe pero nada hay que justifique su existencia. La izquierda caviar es algo sofisticado, europeo casi puramente franchute, fíjense que en España no hay una izquierda significativa cuya tarea sea atacar a los vascos, a los zurdos que expropian supermercados o a los zurdos catalanes o lo que carajo sea. En la dulce Francia siempre existió una zurda “anticomunista” cuya razón de ser era joderle la vida al PCF que supo ser poderoso y con votos. En definitiva la izquierda caviar solamente nos importa a los 4 zurdos de siempre que todavía nos irritamos cuando vemos a tipos que hablan como si fueran de izquierda mientras aplauden a Biolcatti. Grüner nos habla del 20N, a mi me pasó lo mismo que les debe estar pasando a ustedes ¿Pasó algo el 20 de noviembre? Fue el día del paro de Moyano, más planchita Micheli, más Barrionuevo, más el Momo. Que izquierdista que es el Momo, por eso lo primero que hace nuestro literato es dejar de lado la discusión sobre los nombres. Que nos importa el viejo Momo si lo que cuenta es el programa. Los zurdos siempre dijimos cosas como esa y son mentira. ¿Para qué te sirve el mejor programa, el mejor plan de acción si el tipo que lo encarna, el que debería ejecutarlo, el tipo que está al lado tuyo, no solamente no merece confianza sino que es un enemigo? Pero eso tiene sentido dentro de una práctica concreta, si fueras de izquierda en serio, un trabajador en serio y militaras en serio en camioneros verías en seguida quien es Hugo Moyano y a ver si no es tu enemigo. O Micheli para el caso. La otra pregunta es si realmente la lucha contra el “impuesto al salario” es realmente una reivindicación justa. Aunque puede ser que lo caviar no quite lo pragmático y si Moyano, ese patito feo devenido en cisne, está contra la yegua y pide que tipos que ganan 12 lucas por mes no paguen impuestos, entonces vamos en esa. Quiero aclarar que si en un país con un gobierno socialista, como los que hay hoy en día, o como los que conocimos antes de la caída de la URSS, un tipo que ganaba 2 o 3 mil dólares hubiera salido a protestar por los impuestos, hubiera recibido tal palo en el culo que no se hubiese levantado en 3 generaciones. Que un tipo de izquierda avale la lucha de los trabajadores que están arriba de los 2 mil dólares es, simplemente, una ridiculez. Hasta el punto que Grüner tiene que salir a decir que un gobierno que no les cobra impuesto a la renta financiera y que no hizo una reforma impositiva no tiene derecho a cobrarle impuestos a sectores de altos ingresos. Para empezar está tirando la pelota afuera, nada nos dice Grüner de porque estaría mal el impuesto a los ingresos y tampoco nos muestra un proyecto para aplicar impuestos a las rentas financieras ni de reforma impositiva. La izquierda caviar no tiene un proyecto serio, ni siquiera como mera utopía o expresión de deseos. Ir a la plaza con Moyano o con el Momo o con quien sea no está bien ni mal, lo único que no nos queda claro es que es lo que se gana con eso. A quien reclutas, que movimiento territorial conseguís, que prestigio. Porque los costos ya los conocemos, el costo es que los populistas te dejan pegado con Barrionuevo, Moyano y el Momo. Una de las falacias de la izquierda fina es poner en un mismo plano a tipos que solamente son un aparato como el Momo y Moyano con tipos que tienen votos como el gobernador Insfrán o quien sea por el estilo. Y si esperaban al menos un análisis más o menos interesante sobre la “normalización burguesa de la argentina” pues se van a quedar con las ganas. Desde sus sillones en sus coquetos deptos en Belgrano la izquierda caviar sigue conmovida por el destino de los pobres pero no van a encontrar aporte alguno. En sus análisis no entran la sociedad rural, las oligarquías provinciales, ni las corporaciones, ni el imperialismo. Sospecho, de puro malvado y resentido que soy, que si sos un teórico revolucionario caviar no te podes meter mucho con el poder en serio, corres el riesgo de que los sectores tipo fundación Rockefeller que bancan a los caviar se te den vuelta. El paro del 20N alcanza proporciones épicas y es denigrado por las perversas bocas de la propaganda K, los piquetes que obligaron a parar a la fuerza y los aprietes varios no existieron o son solamente parte del “relato”. Pero nuestro amigo se nos olvida de mencionar el 19D donde, por culpa de las denuncias de los malignos K, el paro, sin piquetes, hizo sapo. Grüner, que es un zurdo de aquellos, se enoja porque los populistas le prometen arreglar cuentas a la hora de votar. Lo que no entiendo es porque teniendo razón, una moral irreprochable y ante el descalabro inminente de la burguesía, a la hora de votar, los populistas te rompen el tujes. Es más, si nos ponemos a hilar fino la izquierda caviar está quedando más encerrada en el Barrio Norte que antes. En la década del ’70 nosotros decíamos lo mismo, votar no era más que una boludez de la burguesía, éramos medio foquistas pero por lo menos teníamos la organización, los fierros y los huevos para bancarlo. La historia se nos repitió como farsa, Grüner. El 20N hubo un paro obrero y popular, para terminar con el impuesto a la ganancias ¿Un paro que pide por reivindicaciones que no son ni obreras ni populares puede ser obrero y popular? No me consta que la composición de la plaza del 20N fuera muy popular que digamos, es más, es incomprensible que un laburante que tiene un sueldo normal vaya a la plaza, a ver a Moyano y a una bandita de políticos fracasados, buscando que tipos que tienen sueldos altos no paguen impuestos. Suena como el nivel de conciencia de una ameba. Además ojo, porque tenemos contrabando, resulta que el 8N pudo ser mostrado como una runfla de gorilas solo por un gran “esfuerzo comunicacional” un poquito menos de esfuerzo y el 8N era el asalto al palacio de invierno, piskui. Parece que la “clase obrera” se cansó y que ahora…, ahora si que te quiero ver ¿Qué será lo que vendrá? ¿Huelga general revolucionaria? ¿Insurrección nacional? ¿Moyanazo atómico? En nuestra pampa irredenta a nuestra gente le gusta votar algo que tenga algún contenido izquierdista, no mucho, como para evitar que te tilden de facho, nada más. Planchita Micheli y el FAP, FLAP como les dicen en la blogósfera, y grupos marginales diversos deberían estar drenándole votos al gobierno pero les cuesta horrores diferenciarse. Diferenciarse del Momo y de los Moyano. Un consejo de amigo, abandonen a Moyano (y al Momo ya que estamos). Puede ser que al Moyano le interese juntar a una bandita con banderas del PO para llenar la plaza, con tal de juntar 200 tipos más haría cualquier cosa. Pero los desprevenidos que le llevan gente a la plaza a los Momos no tienen nada que ganar. Es más no sería raro que terminen fortaleciendo al gobierno que tanto quieren combatir. Nada aporta tanto a una exquisita imagen de caos y desintegración que una plaza donde predomina la mezcolanza sin sentido. Los criollos de a pie huyen del caos como de la peste. Hagan política. Propongan una reforma fiscal que caiga sobre los sojeros y la patria financiera y si van a prometer un salario mínimo de mil dólares expliquen de donde va a salir la guita para semejante milagro. Y si no pueden hacer eso, bueno, si no pueden hacer eso, disfruten de la vida y olvídense del asunto. |
Cuando se reunían Magdalena R. G. con los milicos antes de que empezara aquel programa de televisión en el 76-77 ¿Para qué se reunían? ¿Los milicos le decían a ella que era lo que tenía que decir? ¿O era al revés y ella era la que les daba órdenes a los milicos?
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