Es frecuente en nuestro país dejar de lado a figuras esenciales, abandonar a luchadores que han dejado todo en pos de un país mejor. Vemos como en los últimos tiempos ha crecido un cono de sombra alrededor de esta querida dirigente social. Ya no aparece con tanta asiduidad en su acostumbrado lugar, en la mesa de JM Solá o en la de Luis Majul. Periodistas que la tuvieron como protagonista de sus ciclos durante casi una década. Ni siquiera el Dr. Grondona, que con sus antecedentes revolucionarios no debiera hacerle asco a nada, lleva a su programa a esta visionaria con la frecuencia que correspondería. Pero muchos son los desagradecidos en este país. En primer lugar el gobierno, de no ser por las profecías espantosas de la Dra. que terminaron por asustar a sus propios votantes, la oposición hubiera tenido una mejor actuación. Ninguna fuerza política, ni La Cámpora ni el PJ ni los movimientos sociales, le llevaron tantos votos y tanto prestigio al gobierno como los vertiginosos anticipos de sangre y destrucción de la Dra. Carrió. Cuando le anuncian a la gente, con trágica intensidad, que se acerca el default, que los jubilados no van a cobrar y que el vacio de poder va a generar una reacción en la que los gobernantes van a ser derrocados por una turba desesperada y pasados por las armas y uno sale a la calle y encuentra a los pibes en el colegio, los colectivos con aire acondicionado y a los vecinos con el changuito lleno a la salida del chino es muy difícil no votar contra el Apocalipsis, incluso no votar contra el génesis y la revelación. O, mejor dicho, no reírse de todo. La Dra. Carrió ha hecho que parecer sensato, moderado y hasta brillante sea muy fácil para el gobierno. Después de haber ganado cientos de miles de votos gracias a la Dra. el partido gobernante, lejos de homenajearla, se desentiende. Una vergüenza. No solamente el oficialismo. También los partidos opositores han logrado disimular sus consignas estrafalarias, fantasiosas o ultramontanas gracias a las voces entrecortadas y a los oscuros designios, tal vez no muy en línea con la realidad, de esta querida líder. Tipos como Binner o Macri disimulan bien su discurso reaccionario y su política antipopular escudándose detrás de las llamativas descripciones de un futuro distópico de la Dra. Carrió. Y también una serie de políticos babosos e inexistentes que han crecido bajo el ala de la Dra. para luego encaminarse hacia diversas y enclenques construcciones políticas. Y ni hablar de los amigos de la blogósfera. Cuantas veces la Dra. apareció justo con anuncios salvadores cuando creímos que no había nada que decir. Cuantas veces los perros de presa del oficialismo nos han hecho reír con los apodos ideados para la Dra. entre los más afortunados recuerdo "el agente naranja", "Mirinda" y el inefable "La naranja mesiánica". Muchos olvidan la abismal profundidad del desarrollo intelectual carriotano. La esencia de la filosofía política y del pensamiento económico de la Dra., suele suceder que las ideas más profundas puedan ser explicadas exhaustivamente con solo una frase como es el caso del marxismo o la teoría de la relatividad, puede resumirse en que todo, la asignación universal, las nuevas jubilaciones, la expropiación de Repsol, el pago de la deuda, las paritarias, las políticas de protección del empleo, la ampliación de los derechos, todo, todo no es más que una tapadera para cubrir a la mafia y al narcotráfico. Es así mientras los tontos y los cómplices se pasan el día discutiendo, buscando información e intentando comprender la Dra. con total eficacia ha encontrado la verdad sin tantas vueltas. Que sentido tiene entonces intentar rebatir una teoría que encaja perfectamente en todos los aspectos de la realidad. Recomendamos este sencillo y elocuente sistema para generar el diálogo en la sociedad, ante cualquier problema como por ejemplo:
Además estamos ante un caso en el que el continente es tan o más importante que el contenido. Ayudan a darle un aspecto original a la Dra. las fotos que la muestran en actitudes extrañas, recuerdo ese tango maravilloso: "rara como encendida", en sus eternos paseos en Punta, lugar al que aparentemente acude para darse un baño de multitud. Tampoco debiéramos dejar de lado en este breve comentario la metamorfosis evidente de la Dra. desde los lejanos días del 2001 donde se la veía obesa, enfundada en unos incomprensibles o mejor dicho comprimidos jeans y con el pelo atado y grasiento. Hasta ese ícono indescifrable, dicho con todo respeto, pintarrajeado, con un teñido pensado por un peluquero que debe militar en el ala más extremista de "La Cámpora", la cara inmensa de ese color marciano-ferrítico, pañuelo, al parecer una moda chacareril, prendedores y cosas colgantes y la mirada perdida que parece buscar cárteles que alguien le sostiene detrás. Y una última pregunta: "¿Y usted que ve, Lilita?". |
Pero respetuosamente le digo que usted se ha olvidado de los niks de la Dra. Carrió que más me gustan: Biblita y Gorilita Carrió, que son como el Dr. Jekyll y Mr. Hide (pero no se identifica cuál es cuál, o si ambos son Mr. Hide).
ResponderEliminarSaludos
Ladislao
Y que fue del crucifijo gigante que otrora se estampaba en el pecho, eh?
ResponderEliminarEl gran mérito de la doctora es haber generado una camada de nuevos lúcidos dirigentes a cuya cabeza se encuentra Fernando Iglesias.
Se imaginan un país gobernado por ellos?... no, mejor ni se lo imaginen!!!
¿Por qué son tan exitosas las sitcoms yanquis de televisión?, sí, hay los actores adecuados pero, mucho mejor, los múltiples libretistas que les escriben a medida, para que se luzcan.
ResponderEliminarCómo podemos suponer que nuestra señora de los apocalípsis, sea la única autora, la única interprete de tanta variedad de personajes; está ella, claro pero no está sola, hay varias lilitas, la matrona soviética del principio, gorda, rubia y tosca hasta la actual diva hiperproducida, tostada en demasía y brillosa cual Audi muy caro, sí, gorda, rubia y más troska que tosca. Mucho personaje para un solo autor.
Y ni hablar del resto, el alfonso de ex traidor a la patria (por apropiación de vueltos) a mano derecha; la pato (hablando de "mil caras", todo un desafío ella solita) o el feriglesias (lástima que ya no esté el precursor Klaus Kinski para compararlos, menudo laburito, eh! - obvio, el alemán era más gracioso y auténtico).
En fin, no falta tanto para que todo este bicherío sea olvido e intrascendencia, como las sitcoms.
Daniel, ¿desayunó con tequila?, qué es éso de escupir el asadito del domingo obligándonos a pensar en esa selección gobernando?. Sea más gentil en el futuro...
¿No es una contradicción, digo, dedicarle tantas líneas e este ex-personaje, este ser que ya no existe?
ResponderEliminarYo que ud, hablo de otros temas, siempre serán más interesantes, provocarán en nosotros pensamientos que nos enriquezcan, aun si disentimos. Ah, por favor, terminelá con la revolución rusa, otro tema que tampoco me aporta nada. Gracias