sábado, 14 de julio de 2012

Nuestro aporte a la inseguridad, aclaramos el asesinato del remisero.

Empiezo por atajarme, no quiero generalizar, hay una generación de remiseros más jóvenes y más leída pero que no está cercana de la mía, los que somos "sub 60". El remisero tradicional viene con un auto y una filosofía.

Me tocó compartir una sobremesa con un representante de la clase remiseril. Supongo que alguien tiene que manejar y llevar a la gente en auto. O algo así.

El remisero estuvo hablando casi toda la noche de asaltos. No es que lo hayan asaltado a él sino que el principal tema de conversación es el asalto. A mi mujer una vez le robaron el auto y eso es todo. Los asaltos violentos con "el fierro en la cabeza" son infrecuentes, no importa cuanto se le de vuelta a la cuestión. Por mi parte la única vez en que me apuntaron con armas y me amenazaron fueron las fuerzas del orden del gobierno de Videla.

El remisero tenía como eje de su vida y de su filosofía algo que, en realidad, no es cercano a su experiencia. Mala suerte. El remisero me contó de una nena que había sido tentada por un degenerado con un huevo de pascua, tal cual, y que había sido violada. Y lo que él pensaba que tenía que hacerse con los degenerados que era algún tipo de tortura violenta. Cuando le dije que la venganza personal y la justicia del estado iban por carriles distintos y que la venganza no era un aporte a la paz y al bienestar pareció sobresaltarse ¿Como es posible que arrancarle el orto con una fresadora a un violador no nos conduzca a un mundo feliz? Es más, la idea de la venganza personal como sistema de justicia desapareció hace milenios ¿Qué hay en las rutinas de los remiseros para que la cabeza les atrase tanto? ¿Será TN o al revés TN es así porque estos muchachos son así?

Viven en lugares caros y feos. El de hoy vivía en un departamento caro donde yo que soy un enano casi me daba contra el techo. Y tienen lo que he dado en llamar "efecto Versalles". No se si es así pero creo haber leído por ahí que en el palacio de Versalles hay, no se, 500 habitaciones y solo 5 baños. Si, ya se, los señoritos franceses cagaban en pelelas y se bañaban cada vez que cambiaba la dinastía. Bueno "efecto Versalles" le llamo yo a una casa puesta a todo trapo donde no hay un solo libro.

El mundo del remisero es como su casa, es lujoso pero si uno levanta la cabeza se da con el techo. Es una trinchera donde los desesperados de una guerra incomprensible están ahí, desarmados, esperando que los motochorros, pibeschorros, chorritos y chorrones desencadenen el ataque final. No existen, en ese mundo, fenómenos colectivos, todo es individual. Los lobos, que son así porque nacieron así, son dueños de las calles y las familias se encierran solas. He llegado a creer que cuando los chorros los matan les hacen un favor.

El mundo del remisero es un mundo lleno de crímenes ligados a los infelices que te piden monedas por la calle. La sociedad en que vivimos es absolutamente perfecta e inmutable. Excepto el sistema de justicia que pone freno a la revancha sanguinaria. Está bien, uno es un ser humano, un ser humano bastante jodido, ya que estamos, y puede sentirse molesto de ver a individuos, notoriamente jóvenes y robustos mangueando monedas por la calle. Sin embargo un análisis elemental de la situación nos revela que el mangoneante, por hábil que sea, no es un pícaro que vive de la credulidad ajena sino una persona seriamente fisurada. Con mucha más razón el loco que sale con un arma. Ninguno de estos individuos es un malvado que disfruta de lo que hace y mucho menos un enemigo del remisero o de cualquier otro infeliz de clase media. Sin embargo el remisero cree que entre el desarrapado adicto, el desarrapado con un arma o el muerto de hambre que duerme en una plaza y él mismo media un abismo insalvable. Cuando a uno, que esta del otro lado, le resulta evidente que el desesperado, el loco, el ladrón de gallinas no es más que un remisero que tuvo menos suerte.

Por otra parte hay una explicación bastante simple de los desvaríos justicieros del remisero. El tipo está contaminado por la ideología de los clientes que lleva. Hay una acción de propaganda explicita, probablemente. He visto tipos derechistas que son muy activos en la difusión de prejuicios y el odio de clase. Sin embargo creo que una propaganda sutil nace de "la gente de bien". Después de todo nadie se quiere identificar con gente sucia y mal vestida y que habla para el culo.

La clase media blanca, en la argentina muy extensa y definitivamente no tan blanca, se identifica con los señoritos. Temen que un mal pensamiento los ubique con los pobres como si se tratara de una enfermedad contagiosa.

3 comentarios:

  1. No voy a hacer una apología del remisero,pero la obsesión te come la cabeza en ese tipo de laburo.Trabajé en un taxi varios años en Rosario y de noche era cortar clavos con el ojete,me chorearon varias veces,mataron unos cuantos compañeros,y noche por media acudíamos en auxilio a algún otro choreado alertados por el operador.
    Ahora a ninguno lo escuche zapatear como le chupan la sangre y los someten y los chorean los patrones,porque ellos anhelan ser patrones algún día y tenerla mas larga.Su cosmovisión no pasa del parabrisas.

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  2. Y no puede ser sólo Radio 10, porque los tacheros en Tucumán no la escuchan y, sin embargo, replican a la perfección el pensamiento casi te diría corporativo remiseril...

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  3. La solución es simple: hay que inventar autos que se manejen solos.

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Piensa mal y acertarás