Lo que usted siempre quiso saber acerca de los pobres pero nunca se atrevió a preguntar. Sobre la vida real de los argentinos reales en el año del señor 2012.

El mundo está hecho de contradicciones. Los tipos de clase media, salvando a los boludos que son una aplastante mayoría, dispone de elementos como tiempo, posibilidad de desplazarse y herramientas culturales para hacer un análisis de la realidad que se acerque más o menos a lo que está pasando. Pero incluso los que intentamos estar en el asunto, navegamos por la nube de flatos que, a veces, nos imponen desde arriba y, en general, nos la generamos nosotros mismos. Pensamos que los pobres ganan como ganan los sufridos muchachos de los planes "Argentina trabaja" o instancias por el estilo. Bueno, obvio que, si el plan existe, algunos hermanos de nuestro pueblo están en esa situación. También debe haber gente que no cuenta ni con ese plan y que vive, que vive es un decir, desgraciadamente, en un estado de completo abandono. En esta parte habló de nosotros mismos. Con mi compañera cuando éramos más jóvenes y ciertamente inocentes nos compramos una casa hecha mierda en La Boca con la esperanza de repararla. Los años pasaron, seguimos de reparaciones. En todos estos interminables años de reparaciones hemos tenido como aliado a un amigo a quien llamamos nuestro "contratista". Todo esto era para contarles lo que viene ahora. En el laburo de construcción por cada albañil hay, eso depende pero…, 2 o 3 o 4 peones. Es un trabajo duro, no como los laburos que solemos hacer los clase media. Cuando el sol de enero te parte la cabeza los compañeros se calzan un pañuelo mojado y levantan una bolsa de cemento y cuando te cagas de frío se ponen un pulóver y llevan la carretilla. Los conocimientos técnicos que se le exigen a los peones son mínimos tirando a nulos. De más está decir que no encontrás un argentino nativo entre ellos ni que te cagues. Nuestro "contratista" no es un zurdo, muy por el contrario es conservador y no tiene la más mínima pretensión de "ayudar" a los pobres. Les paga lo mínimo necesario como para conseguir que la gente vaya a trabajar. Es interesante porque estoy diciendo que por menos que esa guita no se consigue gente. Nuestro amigo tampoco es un animal así que, a parte del sueldo, les paga un seguro. Tampoco lo hace por ser un luchador por la liberación sino para evitarse problemas y juicios. Los peones reciben 120 pesos por día. Unos 2800 pesos por mes. Ni hablar que un albañil gana más y un plomero…ni me lo recuerden! Si nuestro peón tiene 2 hijos, el 80% de los que cobran la AUH tienen 2 hijos, cobra unos 500 mangos de AUH. Si la señora de nuestro peón se dedica a empleada doméstica gana, si le tocan uno patrones bien hijos de puta que no pagan según el convenio, unos 1500 mangos. Laburantes que se encuentran en la base de la pirámide social ganan alrededor de 4800 mangos. Ahora viene la parte en que salta algún pelotudazo de clase media que simula estar con los pobres pero que está en contra y dice que es una miseria que una familia precisa 7000 pesos para vivir. Hay cosas que para los loquitos que no tenemos prejuicios son obvias. Que aun una escuela pública que tiene un millón de problemas es mejor que una privada. Que en el hospital tenes que comerte 5 horas de plantón y la hotelería no es la del Hilton pero, si estas jodido, te curan. Un departamento de 2 ambientes en la parte de La Boca que no es caminito ni Catalina tiene un alquiler de alrededor de 1000 pesos, después vienen los amigos de la clase media a decir que por menos de 2500 mangos no te alquilas nada en capital. En mi época le decíamos a eso pretensiones de bataclana. La pregunta del millón es sobre la comida. Si vamos a recorrer el supermercado Jumbo o el disco de recoleta, OK un kilo de bifes sale 50 mangos y un kilo de asado 45 y una banana, si la que tengo en mi mano ahora, sale 500 euros ¿Por qué no? Estuve en el Mercado Central. Si, ya se, el colectivo demora, si vivís en Quilmes te queres pegar un tiro. Tampoco he tenido la oportunidad de averiguar si el Mercado Central tiene "sucursales" o si hay lugares con precios similares. A mi me hace reír pensar que algún día vamos a traer a un sueco de visita. Por el lugar pasean perros callejeros, hay moscas, si hace frío te queres cortar las pelotas y, lo peor de todo, tenes que hacer una cola que te lleva a rememorar los grandes éxitos de la Unión Soviética. Pero, a vos te hablo amigo de clase media, pensá que estamos hablando de un cumpa que es peón, de los que llevan la carretilla, de un país del tercer mundo, al que dejaron hecho mierda y de donde, los que podían, emigraban en masa hace 9 años atrás. Todavía no te dije lo peor. El asado de 17 pesos el kilo es una falda que para que te quede tierna tenes que ser el Gato Dumas en la parrilla. El asado de 20 mangos, cosí cosá. El asado de 24 pesos estaba espectacular, no se diferenciaba del de COTO o Jumbo o lo que quieran. Delante mío en la fila estaban los pobres, llevaban un changuito con ruedas, compraron bifes, milanesas, asado (cómo no) y nada de carne picada ni gilada. Gastaron 400 mangos y llevaron alrededor de 25 kilos de carne. La fruta costaba la mitad, la verdura costaba menos de la mitad. No se si en las ferias de los barrios tienen precios similares.En fin. La mayor parte del tiempo los cambios no llegan por una revolución que es una especie de cataclismo social. Los cambios llegan por la acumulación de "pequeños" aciertos. Si la bonanza se prolonga en el tiempo los hijos de nuestros compañeros peones van a ir a la universidad. Me vienen a la mente los tiempos en que el ERP se llevaba los camiones de leche para repartir en la villa, al comienzo de nuestra era. Vaya uno a saber porque.

La campaña del pibe que reparte medias no está al borde de la boludez total. Está de lleno en la boludez total.

Para el 2015 Mauricio podría ser electo presidente e ir a la cárcel al mismo tiempo ¿No es una perspectiva excitante? Imagínense como se va a ganar guita en la bicicleta del dólar si eso pasa!

¿A nadie le llama la atención que los tipos que quieren preguntar no contesten preguntas?

Hasta yo que, después de todo soy un perro, me doy cuenta de que las películas de espías asesinos ya no se las banca ni se las cree nadie.