Murió un tal Havel, ya todos saben que Europa está de luto. Son todos blancos son todos p…

Este Havel siempre tuvo suerte. Le tocó nacer en una familia de guita en un país que terminó votando, de todas las boludeces posibles, al Partido Comunista. El PC checoslovaco ganó, por un campo, las elecciones de 1948. Vino el Socialismo, con todos los defectos que sean, pero el socialismo en serio. A los tipos como los Havel los dejaron en pelotas. Gente que antes de ir a laburar elige tranquilamente la muerte. Havelito se convirtió en dramaturgo. Escribió obras inmortales que seguramente ustedes conocen: "Mirame la palomita" con Carmen Barbieri y Lafauci, "Más pina que las gallutas" con Eva Goncharova y Polino y participó del guión del filme "A los cirujanos se les va la mano" con el ruso Rasputin y la minita que se baja la chabomba. Solamente la opresión comunista le impidió ganar el premio Nóbel. Con el tiempo Havel se juntó con otros luchadores igual que él y fundaron el grupo Chanta 77 donde se quejaban de que el estado financiaba a los alcahuetes de siempre y no a ellos que eran alcahuetes conservadores. A la Chanta 77 la firmaron un par de miles de tipos lo que corresponde a menos del 0,1% de la población. Malpensados los tipos del gobierno socialista tuvieron a Havel preso durante 5 años creyéndolo un agente yanqui. Lo leí en un diario sueco, el tipo que escribía la noticia se asombraba de que, los que más hicieron por Havel y los de Chanta 77, eran los tipos de un partido maoísta ultra antisoviético partidarios de Pol Pot (Pol Pot fue líder del los Khmer rojos que mató a más de dos millones en Camboya, historia que contaremos en su momento) y un grupejo trosquista que, ustedes saben, más que la vanguardia de la revolución son la retaguardia de la contrarrevolución. De todos los errores que cometieron los dirigentes de los partidos comunistas de Europa oriental, el peor, el más funesto, fue haberse retirado sin defenderse y sin meter un solo tiro. Esa vergüenza será recordada por varios milenios por delante. El derrocamiento del socialismo en Checoslovaquia es conocido como la "revolución de terciopelo". Los "dirigentes" de Chanta 77 no eran más que una banda de pajaritos y se fueron por el inodoro más o menos rápido pero el "dramaturgo" Havel no. Havel era admirador, entre otros prohombres, de Ronald Reagan. Entre un actor fracasado y un escritor fracasado hay menos diferencia de lo que se piensa. Havel condujo el proceso, interminable, de las privatizaciones. Los criollos sabemos lo que es eso y sin embargo debemos advertir que nunca tuvimos ni propiedad obrera de verdad, ni estado de bienestar. Es evidente que los checos pensaban que vivían bien porque "trabajaban mucho" y eran unos vivos bárbaros, lo mismo que creen todos los ingenuos del medio pelo argentino. Hay formas de matar a la gente que no por sutiles son menos terribles que meterle un tiro en la cabeza. Un ingeniero que trabajaba y vivía de ser ingeniero ahora tiene un puesto de salchichas. Estas muerto medio pelo, muerto sin haber luchado, sin haberte defendido. Hace años teníamos un chiste con Hitler, decíamos que había recibido una sola Alemania y había dejado dos. Havel hizo lo mismo. Havel, el defensor de los derechos humanos, hizo que su país se convirtiera en centro de detención clandestino de la CIA. Nadie lo niega, figura hasta en el Clarín. Havel, el intelectual al que no le interesaba el poder, se hizo reelegir por más de10 años hasta que sus propios cómplices les dieron una patada en el culo. Para colmo se dio el gusto de morirse unos meses antes de que se haga mierda la Unión Europea. A su funeral asistieron los millones de checos que se beneficiaron con su gobierno y todos los representantes de la inteligencia europea. Lo velaron en una cabina de teléfono. Ya se que el infierno no existe pero, por una vez, mantengamos la esperanza. Havel y Ronald Reagan están ahí abajo siendo sodomizados por un demonio estilo Moby Dick.