viernes, 8 de julio de 2011

Pino despega, Pino sube, Pino es un jet.

El problema con Pino es que la antigua política de la izquierda desapareció y lo que vino a reemplazarla es una serie de reivindicaciones sectoriales. La ecología más el feminismo, más el reclamo por los pueblos originarios y contra la discriminación o lo que sea no conforma una ideología capaz de ser, el pelado decía, “una guía para la acción”. De hecho una parte de los reclamos son contradictorios. No se puede, por ejemplo, estar en contra de las represas y a favor de la industrialización. (Y no se rían porque he hablado con pinistas que querían terminar con las represas)


La izquierda plural, variopinta (que palabra estúpida, a los escritores habría que prohibirles leer página 12) no tiene programa. Es peor que el movimiento hippie.


Con esa izquierda divertida y moderna se armó lo que se tenía que armar: un frankestein.


Se arma política con nada, con salir a hacer discursos en TN alcanza. Los grupitos militantes son tribus cuya lucha pasa cada vez más por conseguir/mantener alguna banca/puesto que les aporte niveles de figuración y financiamiento. El ejemplo clásico es el de los liebres del sur, pueden pasar de un kirchnerismo extremo a un anti-k ultra y no me extrañaría que después de darse la cabeza contra la pared en octubre vuelvan al kirchnerismo con el caballo cansado. Si es que les queda alguien.


Pero si no es ese grupo van a aparecer otros.


En otros tiempos lo primero que tenía un grupito de izquierda, aunque se reunieran en una cabina de teléfono, era un programa. Y el primer punto solía ser la reforma agraria. Me pregunto si las huestes de Pino, lo que sea que quede en ese espacio, tiene por ahí alguna copia de una copia de alguno de los programas de la izquierda.


No es culpa de ellos, al menos no de ellos solamente.


Pino había aparecido ya en la década del 80. Digamos que hizo un par de películas “politizadas” que no fueron un suceso ni cultural ni político. Pero no hay nada que de más prestigio en la vida que un fracaso bien intencionado. La militancia de “la hora de los hornos” y el “peronismo explícito” de “los hijos de fierro” dejaron paso a imágenes simbólicas de la angustia de la patria. De ahí para subir al “me*nemovil” hay solamente una escalerita.


Cuando M*em demostró que se podía ser neo liberal sin dejar de ser populista, algunos de estos curiosos compañeros de ruta se bajaron. Se fueron con el Chacho Alvarez con la idea, que jamás abandonan, de recrear el populismo. Es muy difícil recordar la reforma constitucional del 94 y el gobierno de la Alianza sin caer en la burla y la chicana. Es tan difícil que no lo vamos a hacer.
Se habla de los sapos que hay que tragarse por defender al gobierno K pero los batracios que hicieron pasar por sus gargantas los Degenaro y Pino y etcétera, acompañando al Chacho en su alianza con los radicales, carecen de toda proporción. No se tragaron un sapo, se tragaron a Godzilla.


Nadie me pudo dar una explicación seria sobre donde se encontraban Pino, Degenaro y su trouppe durante el 2001. Recuerdo a Delía y a otros pidiéndole a Degenaro, poco menos que por favor, que se presentara. Pino había vuelto al cine por aquel entonces, que bien que analiza política ese hombre por cierto.


Cuando Pino apareció masivamente fue con una especie de incipiente partido de la CTA. En el 2007, sin figuras conocidas y con un programa parecido a los tradicionales de la izquierda, fueron electos como diputados de la ciudad Lozano y Hourest, ambos dos están ahora con Binner, Hourest es un viejo radical de la línea “Alfonsin que lástima” y Lozano ¿De donde carajo viene Lozano?


Creo que Pino arrimó al 1,5% de los votos. Ese es el destino de cualquier fuerza de izquierda que pretenda salirse de las contradicciones reales que vive nuestra sociedad: el eje K anti-K.


Para el 2008 salió a la luz la relación que unía a la CTA de Degenaro con la Federación Agraria. Por lo visto la FAA eran los financistas de Degenaro. La izquierda siempre tuvo “sectores de la burguesía” que los bancaban, el caso más conocido era el del PC que tenía el famoso Banco de Heller y otras empresas más. Pero tener un par de empresas no es como tener lazos estrechos con una organización como la FAA. Recordemos que Lozano no solo votó contra la 125 sino que convenció a un par de senadores de Tierra del Fuego de votar en contra. Algo por demás grotesco, es tan obvio que la 125 era beneficiosa para una provincia sin soja. No me voy a cansar de repetir que el voto, y la militancia, de Lozano carecen de toda explicación política.
Tendría que haber dicho que tenía que votar contra la 125 porque, si no lo hacía, los muchachos de la soja los iban a dejar en bolas.


La cuestión es que esa movida, aliarse con los agrogarcas, resultó un gran éxito para Pino. La inexistencia de línea política permite atacar a la minería contaminante y defender al sojerismo recontra-contaminante al mismo tiempo. Pero esto último no es más que una anécdota, lo esencial del caso es que tenes una línea “flexible” basada en reivindicaciones vagas, dudosas y hasta equívocas.
Es interesante porque con esa línea ni siquiera llegas al populismo. Ya no tenes nada de línea, a la que desprecias por “rígida”, “stalinista” y cosas peores, y tenes una serie de reclamos y nada más que reclamos.
No tenes una estrategia sino un conjunto de tácticas.


En el 2009, con el prestigio, prestigio de salir en TN, ganado por la lucha campestre, Pino obtuvo cerca del 25% de los votos en capital. Las opiniones estaban muy divididas en el 2009. Los peronistas analizaban que el triunfo, es difícil no ver la performance del pinismo como un triunfo mayúsculo, se debía a la fuga de votos desde el viejo-peronismo hacia Pino, al que tendían a ver, supongo que ya no, como un emergente del movimiento. Los de izquierda ven a Pino como uno de los suyos, cuando habla, no en TN pero en el programa de Aliverti sin ir más lejos, dice que él es, prácticamente, el delegado de Chaves en estas pampas y que el voto contra la 125 es cosa de Lozano, que es como decir que el amigo de la FAA es Degenaro pero no él (acá guiña un ojo) que es un campeón de la izquierda.


En la última mitad del 2009, cuando el kirchnerismo conservaba mayoría y quórum propio en diputados, los pinistas y aledaños votaron en general a favor del gobierno. Incluso los más desconfiados pensamos que se trataba de un genuino gesto de amplitud, pero nos equivocamos. Igual sería interesante constatar si los pinos no votaron contra el artículo 161 de la ley de medios, ustedes saben: el desguace de Clarín.


Hubo un momento en que la militancia light y la adhesión espontánea al pinismo en la ciudad sufrió un serio retroceso y empezó a perderse. Tiene fecha: en diciembre del 2009 con la creación del grupo A.
El grupo A era como una especie de grupo de chicana, destinado a cerrarle al gobierno el camino parlamentario pero sin una política propia. La derecha no necesita una línea propia les basta con no dejar gobernar a lo populistas.
Los pinistas decían que era un mero “acuerdo técnico”. Pino logró la comisión de recursos naturales o algo así, una verdadera mierda como premio por haber quedado pegado con la derecha. No hemos tenido noticia ni de la comisión de Pino ni de la de Donda, creo que era de derechos humanos. Derechos humanos con los me*mistas residuales y los radicales, una especie de joda.
Las comisiones importantes quedaron en manos de demócratas como Alonso de Negri de no-se-quien del Opus Dei.


Dentro de lo que se debatió durante el año parlamentario, perdido, del 2010 nos quedamos con el debate sobre la deuda externa. Lo interesante es la propuesta de Pino y sus muchachos de declarar una moratoria, que nunca se aclaró bien como sería ni por cuanto tiempo, unilateral y crear una comisión, nunca se aclaró con quienes y en donde, que se ocuparía de la bizantina tarea de diferenciar la deuda legítima de la ilegítima. Hubiese sido interesante ver como se puede identificar la parte buena de la mala a partir de cómo la deuda es ahora y después de la quita del 70% hecha por el finado Nestor. Moraleja: para votar con la derecha tienen que armar un planteo que es disparatado. La propuesta que al final era la de no pagar con reservas y hacer un ajuste terminó volteada en senadores.


Y nos quedamos con el debate sobre el 82%. Una propuesta que jamás estuvo en el programa de la oposición y que fue impulsado por los picaros operadores de Clarín y su ruta. Cuando la propuesta, dar el 82% sin aclarar las fuentes de financiación, pasó por diputados ya se veía que el grupo A jugaba sus últimas cartas y que el gobierno democrático tenía la iniciativa y las de ganar en todos lados. Aun así da la impresión de que no lo entendían en absoluto y esperaban demoler al gobierno cuando ejerciera el veto. El grupo A no podía hacer una bien ni por casualidad, todo el mundo vio que el aumento no significaba mucho para la mayoría que cobra la mínima y era importante para sectores que cobran jubilaciones altas. Los pinistas tuvieron una, casi postrera, finta astuta: propusieron financiar el aumento con la restitución de las cargas patronales. Puede que haya todavía alguien que no lo sepa, las cargas patronales cubrían solamente un tercio del presupuesto del 82%. Y además es una medida cuestionable porque carga más a las empresas que dan laburo a más gente y en blanco. Aun así algunos de los diputados que respondían al pinismo votaron la propuesta tal como salió: 10 mil millones de dólares y 0 financiamiento.


Ahora, en concreto, ¿Qué consiguieron aliándose “técnicamente” con la derecha? ¿financiamiento? Lo dudo. ¿Algún puesto ejecutivo? Menos todavía. Lograron que Pino salga en TN y sus hermanos menores, prácticamente todas las noches.
Si el proyecto sur o como se llame, hubiese tenido algo del arsenal de teorías-ideas o lo que sea de la izquierda al menos dos cosas hubiesen sido diferentes: se hubiesen hecho fuertes en el territorio de la ciudad después de una buena elección, hubiesen centrado su accionar en salir a la calle y hacerle la vida imposible a Macri y además hubiesen desconfiado de los análisis y del cuadro de situación que brindan los medios hegemónicos.
Al menos podrían haber hecho uso del sentido común y advertir que el Proyecto Sur o lo que sea no existe fuera de la ciudad y algo del gran buenos aires. Y se hubieran ahorrado el papelón de pasearse por ese festival rockero en Córdoba o lo que sea por el estilo. Si Pino hubiese aprovechado para caminar los barrios en vez de pasearse por las provincias, quien sabe, la historia podría haber sido distinta.
Fue un error elemental empezar una campaña presidencial sin haber cerrado nada en las provincias. Fue un error presentarse. Y fue un error volver a la ciudad.


En la argentina ya tenemos un partido populista. Tiene aciertos históricos, errores históricos, peso en todos lados y muchos tipos que saben un montón de política. La CGT, los gobernadores y la burguesía. No hace falta inventar un partido populista nuevo. Y menos todavía un dudoso partido social liberal basado en los “socialistas” a la europea y los náufragos del partido radical. Y todo sazonado con la CTA troskistoide que quiere encarar la revolución de los empleados públicos.
Uno puede cometer tremendos errores en política aun teniendo una teoría seria, ahora si tu teoría te dice que el poder obrero lo vas a construir de la mano de Binner, estas al horno.


Hay otra izquierda. Menos movimientista y, si se quiere, menos pragmática. Hizo lo correcto con la 125 y se bancó lo malos tratos. No daba premio estar con el gobierno en el 2008. Al fin y al cabo era una cuestión de principios.
A los que quisieron reemplazar al populismo no les ha ido muy bien, por lo que se está viendo. En cambio la izquierda que se diferencia del populismo pero apoya lealmente las reformas es otra cosa. No se, digo.

9 comentarios:

  1. Excelente. Solo te agrego un dato histórico. lozano salió de la SERPAJ. Un abrazo

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  2. Saludos changazo. un placer leerlo nuevamente.

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  3. Muy buena nota compañero!! No estoy seguro, pero creo que fue alumno del Buenos Aires. Dejeme que se lo confirmo con los ex.

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  4. Muy buena, flaco. Debés ser el único blog zurdito no dogmático. Sin ser peronista tengo que leer blogs peronistas porque los de izquierda son re dogmaticos, grises, teóricos... bah insoportables.
    Un abrazo
    Pino

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  5. Excelente análisis compañero. ¿Por qué no fundamos un partido de izquierda, che?

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  6. Como siempre, Donchango, un fenómeno!

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