viernes, 10 de julio de 2009

El imperio de los (comunicadores) nazis


Marwa el-Sherbini estaba con su hijo en una plaza en Dresden, trabajaba en una farmacia. El marido de Sherbini esperaba para rendir su tesis en el instituto Max Planck. Pero uno en Dresden debe fijarse con quien habla. La señora era musulmana y llevaba el chal que suelen llevar. El vecino, al que Sherbini le habló, tuvo un ataque fulminante de fobia antimusulmana, enfermedad al parecer frecuente en la cuna de la civilización, y no tuvo mejor idea que correr a la señora del chal gritándole "terrorista" y bobadas por el estilo. Sherbini denuncia a su agresor, este es condenado a pagar unos pesos de multa pero el señor antiterrorista apela y cuando se encuentra con Sherbini en el juzgado le mete 18 puñaladas. Occidente vuelve a mostrarnos el camino. Cuando el marido de Sherbini intenta impedir la acción justiciera recibe un oportuno balazo de uno de los custodias.
Occidente 2 el enemigo 0.
No la busquen porque la noticia no salió en ningún lado.
Pero si salen árabes maltratando señoritas, árabes locos de la televisión y la foto de Bin-Laden, cuando dejó de ser socio de los Bush.
Sobre lo que si van leer, es sobre el velatorio de la señora Sherbini y del hijo que estaba esperando. En Egipto proponen convertir el día del asesinato de la señora en el día del chal y la gente, está si es la gente, estaba furiosa.
Por estos días surge la propuesta de Sarkosy de prohibir a la gente usar un pañuelo en la cabeza en toda Europa. No se como carajo harán con las viejitas que usan ruleros.
Parece que los que protestan y lloran son los "fanáticos", los "fundamentalistas". Y nadie dice nada sobre esa basura racista y sus medios de comunicación que están por todos lados.
Porque esto pasó en Dresden pero podría haber pasado con una familia boliviana en Avellaneda.

Y la runfla de "periodistas independientes" que está detrás de todo esto sigue caminando a nuestro lado en la calle.